sábado, 16 de octubre de 2021

SISMÓGRAFXS DE LA EMOCIÓN

 

La segunda apertura de residencia del programa Transducciones que se desarrolla en el CCM Haroldo Conti, está a cargo de Silvio Lang. El escenario elegido para abrir el proceso de experiencia entre el movimiento, el cuerpo y el texto filosófico, es un espacio amplio con un cuadrado negro ubicado en el centro a nivel del piso. Las gradas y butacas rodean el espacio, por lo que el público es parte del campo visual; lxs espectadorxs pueden verse de frente entre sí mientras miran la escena, al contrario de lo que sucede en un teatro a la italiana, y de esta manera se incluyen en la performance.

Lang sugiere en el programa que la transformación social es “energética, que vive en los tejidos de los cuerpos y en la piel social”. El director invita con su propuesta a sentipensar en ese plus de energía que habita en los cuerpos y que Simondon llama emoción: un movimiento que nos atraviesa y se propaga de manera transindividual.

Sobre un rincón del cuadrado negro de la escena hay un conjunto de colchonetas azules en el que parecen reposar lxs intérpretes. Sus cuerpos están desnudos, expuestos y tranquilos. Algunxs se tocan suavemente o simplemente están en contacto,  el clima es apacible pero guarda en sí cierta tensión, como un rito iniciático.

Lentamente el cuerpo del público, como gran masa que expecta, se acomoda en su lugar para ser masajeado por este mimaje colectivo que se expande desde su visualidad hacia otros sentidos. Los cuerpos contraídos de la pandemia, estresados por una angustia que no fue colectivizada -como expresa el director-, se disponen a ablandarse a través de la empatía kinestésica con lxs intérpretes.

Un loop casi gregoriano suelta su promesa sonora al aire: “Amiga mía, yo sé que nunca vamos a dejar que este amor se nos vaya”.  Con ese sonido que recibe y acoge, lxs “sismógrafxs de la emoción” tienden el puente para experimentar ese “entrecruzamiento feliz de los flujos que atraviesan y transforman a las sociedades.”


La escena es opiácea como una bacanal en cámara lenta. Los cuerpos están en sintonía, en sus mundos interiores y conjugados con el resto a través de diferentes formas de contacto. Se produce una tensión dinámica entre el tocar, vibrar, masajear, apretar, apoyar. La carne es una presencia que se muestra en su envoltorio, en esa desnudez abierta, afectiva y sensible. Los cuerpos SON.

Cada ser desnudo, inmerso en su sentir, nos pone frente a nuestra propia desnudez, a nuestra intimidad. Todo lo que emite ese cuerpo hecho de huesos, músculos, sangre, órganos, saliva, transpiración, jugos gástricos, olores, es tan común siendo tan particular y propio, que trae muchas imágenes para pensar.

Al cabo de un tiempo, la mirada se acostumbra a ese grupo humano desnudo que se mueve por la sala, que se encuentra, se toca, se acaricia, se abraza, se acuesta. Aparece el contexto del Conti con todo su peso histórico a otorgar otros sentidos a esos cuerpos desnudos amontonados en el suelo. Algo del horror, un instante siniestro que se llena de angustia, de dolor, de ausencia.

La piel brilla con el agua y la transpiración. Las personas se ven fuertes y vulnerables en esa gran exposición. La hermosura del ser humano se mezcla con la muerte y la putrefacción. Lo Real asoma su cabeza en el exceso, en lo desestructurado, en la locura, en esos bordes pulsionales que nos enfrentan a nosotrxs mismxs.¿Cuándo fue que las personas dejamos realmente de mirarnos? ¿Cuándo nos olvidamos del animal que somos? ¿Por qué adormecimos los afectos?

El colectivo se nutre de lo que encontramos en común en nuestras intimidades cotidianas.

Qué: Intimidad de lo común

Quién: Creación y performance: Alan Borsini / Flor Sánchez Elia / Jaguar Dorado / Julia Hadida / Julián Dubié / Lucía Amico / Nehuén Zapata / Rodolfo Opazo.- Performance sónica: Valentín Piñeyro.- Voces: María Landeta y Marie Bardet.- Colaboración artística: Paula Garland y Juan Pedro Scioli.- Dirección: Silvio Lang.-

Dónde: Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti.-

Cuándo: Sábado 25 de septiembre y sábado 2 de octubre / 20 HS

PRÓXIMAS APERTURAS: Jazmín Titiunik «Como para la bruma» Sábado 6 y domingo 7 de noviembre.-

 

 

 

 


viernes, 8 de octubre de 2021

LA SOMBRA DE UNA NUBE

 

Lxs creadorxs de danza tienen diversas formas de poner en escena una obra, y ésta siempre va a ser una mirada personal sobre la vida y el mundo. El foco puede estar en alguna temática particular, en una sensación, una atmósfera, un estudio del movimiento, un trabajo sobre el espacio, sobre el tiempo, etc. Distintas perspectivas que siempre van a estar atravesadas por el contexto.

En este caso, el director David Señoran realiza junto a su compañía un trabajo coreográfico específico acerca de una problemática puntual: las migraciones. De acuerdo al director, la idea surgió luego de escuchar al sociólogo Grimson en una conferencia donde hablaba sobre los discursos del odio. Esos discursos provenientes de “élites no sólo poderosas sino también conservadoras, que quieren mantener todos sus privilegios: económicos, culturales, étnicos, de género, etc.”, en palabras de Grimson, y que son los que legitiman las políticas neoliberales que van contra los derechos de los desclasados. Este tema es el que aquí se pone en escena desde la danza.

David cuenta que tomó esas ideas y las propuso al grupo que inmediatamente relacionó con las migraciones forzadas, el terror y los derechos humanos.

Los intérpretes le prestan el cuerpo al sufrimiento y desamparo del desarraigo forzado, a través de coreografías que son acompañadas por el relato de un personaje cuya voz pone en contexto la situación, explayándose sobre esos discursos y dando cuenta de la ruptura del pacto social.

Sin leer la gacetilla, la referencia a lxs refugiadxs puede estar presente o no. Pero lo que se percibe en esos cuerpos que corren y danzan en grupo, es una sensación de opresión que se ve acentuada por la caja negra de la sala, la escenografía oscura y la iluminación.

No parece haber un espacio para que el ojo se relaje: los rostros de lamentación, las lágrimas, las caídas, las levantadas en andas, la manipulación de los cuerpos en las danzas; cada fragmento coreográfico está envuelto en esa atmósfera opresiva que el personaje relator refuerza con sus palabras.

La propuesta escénica acompaña desde todos los flancos la temática abordada. Lo sombrío de la ambientación está a tono con la situación que la dramaturgia denuncia. Es la expresión de la miseria, la pobreza, la injusticia y todos los males que aquejan la desigualdad entre los seres humanos. 

La nube negra puede ser símbolo del malestar de la época como de las perspectivas sombrías hacia el horizonte, aunque si nos remitimos al título, la sombra existe porque hay una luz detrás, hay una voz que canta, el impulso de la vida que se expresa en los cuerpos danzantes como en cada espacio en donde la cultura se manifieste.

Esto sucede a pesar de que en la puesta no se vislumbren muchas luces esperanzadoras: lanzar al público a enfrentar la aspereza de la realidad , al estilo bretchiano, sin catarsis que lo libere, es proponer asumir las circunstancias y tomar las riendas de las transformaciones sociales que necesitamos.

En estos momentos en los que muchxs viven la vuelta a las salas teatrales con alegría, la propuesta toca zonas sensibles en medio de las brumas de un futuro poco claro para la cultura. La ruptura de la cuarta pared para poner el énfasis en el presente, es un llamado de atención. Necesitamos sensibilizarnos desde el arte para generar la reconstrucción de los lazos en este regreso al teatro, es importante tener un resto para reflexionar respecto de lo que atravesamos como sociedad, rearmar el tejido desde la cultura para recuperar la entereza y transformar la crudeza de la realidad.

Es tarea del arte agitar las butacas.

 

Qué: La sombre de una nube

Quién: Dramaturgia: Pehuén Gutierrez, David Señoran.- Performers: Lautaro Cianci, Lucas Coliluan, Francisco Cruzans, Celeste Fonseca, Luis Garbossa, Lucia Girardi, Florencia Indomito, Sergio Jardín, Arian Ortellado, Ariel Osiris, Virginia Rossi, Inés Silvestre.- Diseño de vestuario: Laura Sol Torrecilla.- Diseño de escenografía: Alejandro Mateo.- Realización escenográfica: Roxana Ciordia, Gastón Gatti, Norma Rolandi.- Redes Sociales: Social Media Managers, Euclides Pérez, Luis Vallejo.- Música: Juan Barone.- Diseño De Iluminación: David Seiras.- Fotografía: Adrian Arellano.- Diseño gráfico: Pablo Vega.- Asistencia De Producción: Virginia Ayesta.- Asistencia de vestuario: Rocío Gutierrez.- Asistencia de dirección: Julia Sleiman.- Prensa: Prensópolis.- Preparador Vocal: Francisco Cruzans.- Coordinación de producción: Gabriel Cabrera.- Dirección general: David Señoran.-

Dónde: AÉREA TEATRO Bartolomé Mitre 4272  Teléfonos: 4983-6980

Web: http://www.aereateatro.com

Cuándo: Domingo - 20:00 hs - Hasta el 31/10/2021 

Duración: 55 minutos

viernes, 1 de octubre de 2021

CUCHA

 

PH. Flor Castronovo

¿Por qué Cucha es el título de esta puesta escénica de Celia Argüello?  En la jerga lunfarda, es el nombre que se le da a la cama del perro, aunque también se usa para referirse a donde unx se acuesta. Parece que etimológicamente deriva de una palabra euskera,  kutxa, que significa caja, si bien también se la atribuyen a una derivación del verbo francés coucher, acostarse[1].

En esta propuesta, que fue gestada previa a la pandemia pero que cobró otros sentidos con la cuarentena, la cucha hace alusión tanto al animal perruno como al humanx, así como a la situación de estar en casa, práctica habitual durante el encierro que vivimos en el último año, por motivos sanitarios.

¿Nos acostamos solxs o nos mandan a acostar?

La obra establece la relación con el can desde lo gestual y la evocación sonora, con alusiones directas en las expresiones corporales o en las indicaciones que se dan lxs intérpretes entre sí. Las voces que mandan a sentarse, rodar o buscar, pasan a ser órdenes que rompen la cuarta pared y ponen de relieve la obediencia animal, a la vez que emparejan lo humanizado del perro junto a lo domesticadx del humanx. A fin de cuentas, también somos animales domésticos.

PH: Pigu Gómez

Las danzas de Cucha se desarrollan entre lo literal y la abstracción del gesto inicial, generando un momento de juego alegre que se mezcla con la felicidad de volver a encontrarse en una sala teatral. Aunque la obra parece no buscar mucho más que compartir un momento lúdico, ese componente se puede pensar en términos de Gadamer, como constitutivo del arte. Al igual que la fiesta y el símbolo, que son necesidades vitales del ser humano, el juego plantea el encuentro con un otrx: “otro momento importante es el hecho de que el juego sea un hacer comunicativo también en el sentido de que no conoce propiamente la distancia entre el que juega y el que mira el juego. El espectador es, claramente, algo más que un mero observador que contempla lo que ocurre ante él; en tanto que participa en el juego, es parte de él.”[2]

Quizás algunx, en una reflexión posterior al finalizar el juego, pueda preguntarse los motivos de traer este universo a escena, pensar en la domesticación de los seres humanos y en ese intento de dominación de todo lo viviente (y de donde se escapan las fuerzas naturales). O quizás, simplemente se identifique con la relación que se tiene con las mascotas, con quienes al principio de la cuarentena, en ese momento idílico en el que los animales parecían recuperar el mundo, se compartió más tiempo.

Lo cierto es que la danza vuelva a poner el cuerpo en presencia es un motivo para festejar. Que nos deje un eco de reflexiones, también. Porque, luego de un momento de quietud, de pausa, de estar en la cucha, ¿qué de nuestras prácticas podemos transformar?

 

Qué: Cucha

Quién: Idea y Dirección: Celia Argüello Rena.-Intérpretes: Pablo Castronovo, Samanta Leder, Andrés Molina, Macarena Orueta.- Creación: Pablo Castronovo, Samanta Leder, Andrés Molina, Macarena Orueta, Santiago Piva.- Vestuario: Estefanía Bonessa.- Iluminación: Facundo David.- Realización escenográfica: Fabian Carrasco.- Música: Patricio Lisandro Ortiz.- Diseño gráfico: Nina Calcagno.- Asistencia de dirección: Santiago Piva.- Colaboración artística: Ariel Lutzker, Santiago Piva.-

Dónde: EL GALPÓN DE GUEVARA Guevara 326 Teléfonos: 11-3908-9888

Web: http://www.galpondeguevara.com

Cuándo: Sábado - 20:00 hs - Hasta el 23/10/2021

Duración: 60 minutos.- Entradas desde $ 500,00. -

 

 



[1] http://etimologias.dechile.net/?cucho

[2] Hans-Georg Gadamer, La actualidad de lo bello (1991)