Tramatango es una propuesta de tango dirigida por Milena Plebs. La bailarina y coreógrafa junto a un grupo de bailarines y bajo el asesoramiento artístico de Alejandro Cervera crea un espectáculo donde el lenguaje del tango se acerca a las fronteras de la danza contemporánea y las traspasa
El espectáculo recorre tres paisajes: Sintonías, Pugliese Yumba y Tango Congo. Según Milena se trata de “tres paisajes, tres miradas, tres estilos para una misma pasión.”
El espectáculo recorre tres paisajes: Sintonías, Pugliese Yumba y Tango Congo. Según Milena se trata de “tres paisajes, tres miradas, tres estilos para una misma pasión.”
Sintonías juega con el universo del tango usando recursos de la danza contemporánea. La coreografía es fluida y dinámica. El lenguaje expresa una forma actual de bailar, más propio de aquellos que en los últimos años se han profesionalizado en el tango imprimiendo en la tradición del baile formas personales. El acompañamiento sonoro se aleja de la música típica y ahonda en sonidos más contemporáneos creando atmósferas donde los movimientos se expresan con mayor libertad. Si fuera un poco menos extenso se disfrutaría mejor el juego de las parejas y la coreografía.
Pugliese Yumba es un homenaje a Osvaldo Pugliese y su orquesta. La música sumerge al espectador de tango nuevamente en lo conocido.
Los cambios de luces (que a veces se echan de menos) colaboran con lo que sería una puesta escenográfica y ayudan a enriquecer el espacio que por momentos está muy vacío.
En Tango Congo, aparece lo más novedoso de la propuesta. Como nace a partir de la inquietud de la coreógrafa por bucear en el supuesto origen afro del tango, recurre a mayor creatividad en las coreografías. Consta de dos partes “Rojo Ritual” y “Sitios de Tango”. En la primera, las luces bañan el espacio armando un ambiente de ensueño. Se genera así un entramado de luces que cubre el piso del escenario donde los bailarines se balancean en una danza ritual. Los movimientos son novedosos y rupturistas con lo que sería un espectáculo de tango. Están descalzos, ruedan, saltan, giran, se agrupan y separan, van y vienen como las olas. Logran transmitir una sensación de dinamismo expresivo que vuelve original al espectáculo.
En la fusión de estos movimientos con los característicos del tango parece haber una semilla de algo que puede ser muy interesante como lenguaje futuro.
El sonido alterna ritmos de percusión y tango contemporáneo, algo que apoya lo experimental de la propuesta.
La segunda parte muestra danzas con un espíritu más alegre y festivo pero propios de los ritmos musicales del tango y la milonga, y con pasos más comunes del lenguaje tanguero.
La totalidad del espectáculo parece como la unión de dos caminos que hicieran enclave en la figura de Milena y su recorrido en el mundo del la danza y el tango. Por un lado está lo que tiene que ver con su historia, su evolución como bailarina, su pasaje de la danza contemporánea al tango y su aporte para que el tango fuera conocido a nivel mundial. Por otro lado está lo que ella puede proponer e investigar desde su bagaje personal abriendo una puerta hacia un posible futuro del tango actual.
La obra en sí no tiene una dramaturgia clara más que el propio camino de Milena y sus intereses investigativos o expresivos. Los bailarines no forman parte de un cuerpo de baile establecido, aunque su heterogeneidad enriquece y podría ser el principio de una nueva y hasta original compañía.
En general, la sensación que deja es de ver el germen de algo que promete con el peso de una figura que puede prometer como Milena.
Pugliese Yumba es un homenaje a Osvaldo Pugliese y su orquesta. La música sumerge al espectador de tango nuevamente en lo conocido.
Los cambios de luces (que a veces se echan de menos) colaboran con lo que sería una puesta escenográfica y ayudan a enriquecer el espacio que por momentos está muy vacío.
En Tango Congo, aparece lo más novedoso de la propuesta. Como nace a partir de la inquietud de la coreógrafa por bucear en el supuesto origen afro del tango, recurre a mayor creatividad en las coreografías. Consta de dos partes “Rojo Ritual” y “Sitios de Tango”. En la primera, las luces bañan el espacio armando un ambiente de ensueño. Se genera así un entramado de luces que cubre el piso del escenario donde los bailarines se balancean en una danza ritual. Los movimientos son novedosos y rupturistas con lo que sería un espectáculo de tango. Están descalzos, ruedan, saltan, giran, se agrupan y separan, van y vienen como las olas. Logran transmitir una sensación de dinamismo expresivo que vuelve original al espectáculo.
En la fusión de estos movimientos con los característicos del tango parece haber una semilla de algo que puede ser muy interesante como lenguaje futuro.
El sonido alterna ritmos de percusión y tango contemporáneo, algo que apoya lo experimental de la propuesta.
La segunda parte muestra danzas con un espíritu más alegre y festivo pero propios de los ritmos musicales del tango y la milonga, y con pasos más comunes del lenguaje tanguero.
La totalidad del espectáculo parece como la unión de dos caminos que hicieran enclave en la figura de Milena y su recorrido en el mundo del la danza y el tango. Por un lado está lo que tiene que ver con su historia, su evolución como bailarina, su pasaje de la danza contemporánea al tango y su aporte para que el tango fuera conocido a nivel mundial. Por otro lado está lo que ella puede proponer e investigar desde su bagaje personal abriendo una puerta hacia un posible futuro del tango actual.
La obra en sí no tiene una dramaturgia clara más que el propio camino de Milena y sus intereses investigativos o expresivos. Los bailarines no forman parte de un cuerpo de baile establecido, aunque su heterogeneidad enriquece y podría ser el principio de una nueva y hasta original compañía.
En general, la sensación que deja es de ver el germen de algo que promete con el peso de una figura que puede prometer como Milena.