Tommy Tango es un personaje que existe en el
mundo virtual. El alter ego necesario para que el protagonista pueda adaptarse
y vivir en ese espacio intangible de las redes sociales, un espacio quizás más
sencillo que el mundo real, al que le cuesta integrarse desde la perspectiva
del hombre retraído que es.
La propuesta presenta una idea rica y actual
para trabajar desde el movimiento, desde la escena, desde lo narrativo y textual.
Pieza con matices que resultan interesantes para investigar y experimentar en
esta época de veloces cambios en las comunicaciones. Una pregunta que despierta
es ¿cómo afectan esos cambios en la construcción de nuevas subjetividades?
La danza del tango responde con esta propuesta
que se abre al espectador para reflexionar.
La pieza comienza con una atmósfera intrigante de
humo y penumbras. Un ambiente de aire arrabalero. La música intensa suena y llena
la sala. Lleva en su cadencia de piano alocado al desencadenamiento de algo, al
precipicio.
Bach incrementa el dramatismo de esta puesta
basada en el ballet “El joven y la muerte” de Roland Petit. Según Ignacio
González Cano, director de esta propuesta, todo empezó con la búsqueda de
analogías entre distintos lenguajes de movimiento para desencadenar en este paralelismo
entre lo real y lo virtual.
Lo que se destaca en esta pieza narrativa es la
historia en sí más que el desempeño a nivel de la danza –a veces los
movimientos se ven un poco golpeados. Sobresale el vínculo de la pareja, lo que
comparten, los modos de ser de cada uno y las necesidades que tienen. Y cómo
eso se cuela en el mundo de ‘facebook’, o como este universo de relaciones
virtuales se cuela en las relaciones reales y las trastoca, las trunca, las
dobla o puede potenciarlas, condimentarlas.
También lo expresado por los intérpretes a
través de la danza. Una danza que es capaz de condensar apatía, furia, celos,
complicidad, sexo, amor, violencia y locura. Pasajes de un estado a otro que se
manifiestan con claridad desde el movimiento.
La puesta en escena recrea el espacio de la
pareja con elementos que son funcionales a la situación narrada además de
aprovecharse muy bien a nivel coreográfico.
Lo mismo sucede con la música interpretada en
vivo por vibráfono y bandoneón. Una delicia que se agradece.
Qué: La muerte de Tommy Tango
Quién: Intérpretes: Johana Aranda, Nicolás
Minoliti.- Músicos: Oscar Albrieu Roca.- Vestuario: Luciana Gutman.- Escenografía:
Noelia Gonzalez Svoboda.- Iluminación: Sergio Iriarte.- Asistencia de dirección
y Producción ejecutiva: Diego Restivo.- Prensa: Simkin&Franco.- Dirección
musical: Daniel Ruggiero.- Dirección general: Ignacio Gonzalez Cano.-
Dónde: TEATRO HASTA TRILCE Maza 177 Teléfonos:
4862-1758
Web: http://www.hastatrilce.com.ar
Cuándo: Viernes - 20:00 hs -