miércoles, 17 de octubre de 2012

ESO QUE ES LA COSA


La danza, ese arte fugaz y evanescente, es tanto más fugaz por estas tierras donde ninguna pieza permanece en cartel el tiempo suficiente para ser ampliamente vista.
Así pasan igualmente los festivales, cual suspiros donde se amontonan los horarios, se superponen las únicas funciones, o las sedes se encuentran tan distantes que es imposible llegar a hora.
Esta vez tuvo el honor el VII Festival Buenos Aires de Danza Contemporánea que ardió en 4 días de climatología inestable.
Allí es donde esta pieza tomó cuerpo y lugar, para luego esfumarse a los parajes del recuerdo.
Eso que es la cosa es un solo de a 2. Un solo creado por las bailarinas Bárbara Hang y Ana Laura Loza en la distancia, para ser representado por cada una de ellas en cualquier momento y lugar.
La danza comienza a partir de estar ahí, al lado de la coreógrafa que se ubica muy cerca del público. Entonces inicia el movimiento. Unas vibraciones que laten al compás de una música electrónica que se repite como un loop sin parar.
Desde el movimiento parece plantearse lo que podría denominarse una micropoética del detalle. Por la construcción minuciosa de un universo poético a partir de un trabajo pequeño extremo, detallista. 
Vibraciones (movimientos cortos y rápidos) en contraste con movimientos lentos que apenas desplazan el cuerpo en un mínimo espacio. Una lentitud que juega con equilibrios y desequilibrios,  como un fuera de eje, pero en realidad está soportado sobre una muy buena base que sostiene este juego con el desequilibrio constante.
Ella vibra con unas leves pero intensas sacudidas que parecen palpitaciones. Es un cuerpo que late convulsionado y que desde esta energía observa al espectador. Porque la intérprete clava sus ojos firmes sobre los del público que mira casi atónito. Una mirada fija directa. Mirada que increpa, que incomoda.
La música, con sonidos que mezclan la discoteca y el videojuego, plantea desde el inicio un loop constante, un volver a sonar una y otra vez, como una especie de eterno retorno sonoro.
La repetición sucede hasta la exasperación, el hartazgo. Luego se produce una explosión suave que da lugar a cierta catarsis.
Las secuencias de movimiento planteadas juegan con luces y sombras, con música y silencio, con la alternancia de algo que se sostiene en un tenue equilibrio. Con la agitación permanente que esconde en las profundidades una serenidad móvil. Porque en el movimiento contínuo hay cierta quietud agazapada.
Cabe pensar qué es la cosa, cuál es la cosa, qué pasa con la cosa, como si de una esencialidad de los cuerpos se tratara.
O aventurarse a afirmar que eso que está ahí, a la vez oculto y develado, que estalla y se contiene, que tiembla y se acurruca, es la cosa, el quid de la cuestión, ese algo inatrapable de la danza.

Qué: Eso que es la cosa
Quién: Autoría: Barbara Hang, Ana Laura Lozza.- Actuación: Barbara Hang.- Iluminación: Leo D' Aiuto.- Música: Ellen Allien.- Diseño gráfico: Catalina Fernández.- Asistencia general: Agustina Cámara