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jueves, 30 de diciembre de 2010
DALE QUE VA
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VOLANDO CON FRIDA KAHLO
Iluminación: Marcelo Alvarez.- Maquillaje: Luz Macías.- Realización escenográfica: Lucía Arias, Sol Romani, Augusto Selmo.- Fotografía: Bauty Torres.- Asistente de producción: Micaela Pierani Méndez.-
Dónde: EL CUBO.- Zelaya 3053.- 4963-2568
Cuándo: Sábado - 21:00 hs.-
domingo, 14 de noviembre de 2010
ANIQUILAR A LA NIÑA
El desarrollo de la propuesta cuenta con dos partes diferenciadas desde la luz y el vestuario. Al principio hay colores primarios en una especie de complementación pop-futurista. Ella, él, rojo, azul primero, después blanco y negro. Opuestos complementarios.
Ellos funcionan muy bien juntos, se amalgaman en música y movimiento. El ‘in crescendo’ que se produce está unido.
Los textos condimentan con su poesía a la propuesta.
Dan ganas de bailar, de tocar, de ver. Dan ganas de correr.
Qué: Aniquilar a la niña
Quién: Idea, dirección, texto e interpretación: Florencia Gleizer.- Músicos:Rodrigo Gómez.- Vestuario: Marcelo Ortega.-Escenografía: Mariana Tirantte.- Iluminación: Matías Sendón.- Video: Nicolás Richat.- Asistencia técnica: Esmeralda Acosta.- Asistencia de dirección: Lucía Fernández Mouján.-
Prensa: María Sureda.-
Web: http://www.aniquilaran1.blogspot.com/
miércoles, 13 de octubre de 2010
SULKY, DE PASEO POR LAS ALTURAS
Utilizando las posibilidades de la sala, Sulky despliega cuadros bellos donde un grupo humano hace viajar al espectador. Cruzando los imaginarios norteños de La Puna y de la danza butoh japonesa, la propuesta genera atmósferas que los vinculan a través de distintos elementos que pone en escena.
Los intérpretes, vestidos de blanco, van y vienen, traen y llevan, se desplazan con hojas, telas, piedras. Entre ellos reproducen una especie de rito sagrado que los une y hermana. Hay un fluir místico con aires de naturaleza, que va entrelazando los cuadros que se arman y desarman como remolinos de arena en el desierto del tiempo.
Sulky compone un cuadro de imágenes simples, aireadas y alegres. Con algunos escasos momentos de danza, parece ser en realidad el espíritu de las danzas el que sobrevuela el ambiente, sin que termine de materializarse en ninguna coreografía. Pese a existir un movimiento en el espacio, es más bien el vaivén de los cuerpos enlazando situaciones pequeñas el que construye la obra.
Tomando una línea imaginaria que une los pueblos del altiplano y el oriente, crea un oriente altiplánico, propio y singular, donde la atmósfera ejerce otra presión en el hombre. Lo sagrado y lo humano confluyen como algo indisolublemente ancestral.
Las raíces de la tierra, la energía de las rocas, las escrituras del tiempo, la espiritualidad de un momento. Todo se hace presente en este bonito paseo por las alturas.
Qué: Sulky
Quién: Idea y Dirección: Teresa Duggan.- Intérpretes: Teresa Duggan, María Laura García, Magda Ingrey, Daniela Velázquez, Ailin Rey, Jorgelina Mellia, Josefina Pérez, Gabriela Romero y Giancarlo Scrocco.-Músicos: Marcela Consalvo, Facundo López Burgos, Guadalupe Soria.- Vestuario: Nam Tanoshii.- Escultura: Jose Santos.- Objetos: Nam Tanoshii.- Diseño de luces: Teresa Duggan.- Video: Guiye Fernández.- Banda de sonido: Uña Ramos, Leda Valladares.- Fotografía: Nicolás Colledani, Claudia Valado.- Asistencia general: Claudia Valado.- Asistencia técnica: Guadalupe Azzati
Dónde: Teatro Mediterránea – Tucumán 3378 – Te: 4863-7156.- Localidades $30.-
Cuándo: Domingo - 20:00 hs - Hasta el 31/10/2010
lunes, 9 de agosto de 2010
UN DESLIZAMIENTO ENTRE LAS SOMBRAS
La Compañía Hymenóptera expresa así su apropiación de la danza Butoh, una danza contemporánea que ha sido tomada prestada del Japón, surgida allí en la pos guerra de la fatídica 2º guerra mundial. Una danza llena de horror humano. Una pos danza de la guerra que mostró la cara más inhumana del hombre antes de la globalización.
Aquí, de este lado del planeta, los cuerpos buscan su forma de moverse entre las huellas de lo que los compone. Son insectos, son hojas, son partículas de luz. Son huellas de personas que han caminado desde el principio del hombre y retornan sobre sí mismas para volver a hacerse.
Estos cuerpos se mueven en un juego que desenreda lo monstruoso como algo que forma parte de uno. Tal vez aquello desconocido, tal vez lo imposible Real que subyace en la psiquis y convive con esa realidad construida de lo cotidiano.
La puesta en escena de obras como esta es una apuesta a otro modo de moverse, o a moverse desde otro lugar. Muestra las posibilidades de una expresión vinculada con emociones en contacto con el presente desde un lugar poético, profundo, con un movimiento no habitual.
Aunque el trabajo de las intérpretes se ve todavía un poco crudo, se puede vislumbrar en la búsqueda un horizonte interesante.
Su directora, Rhea Volij, tiene una trayectoria nada desdeñable que debe ser tenida en cuenta en la amplitud de miradas dentro de la danza contemporánea argentina.
Qué: Breve deslizamiento
Quién: Bailarines: Laura Corral Fierro, Camila Di Mia, Ana Di Toro, Lisa Grass, Marianela Guereñú, Anastasia Peralta, María Florencia Pereyra Delorenzi, Amalia van Aken.- Vestuario: Líbera Woszezenczuk.- Diseño de luces: Eduardo Safigueroa.- Diseño sonoro: Eduardo Felenbok.- Musicalización: Rhea Volij.- Operación de sonido: Pablo Cutufia.- Asistencia de dirección: Paula Zacharías.- Dirección: Rhea Volij
Dónde: El Crisol.-Arismendi 2658 Capital Federal – Teléfonos: 4523-7605
Cuándo: Viernes - 22:00 hs – Del 10/09/2010 al 24/09/2010
sábado, 31 de julio de 2010
UN FESTIVAL PARA MOVERSE EN EL INVIERNO
El festival, que tuvo gran éxito el año pasado y fue declarado de interés cultural por la Secretaría de Cultura de la Nación, está organizado y dirigido por la bailarina, maestra y coreógrafa Liliana Cepeda. Según ella misma expresa “la intención es generar un lugar de encuentro para los creadores, de intercambio y difusión”.
La selección corre a cargo de la coreógrafa. "Lo diseñé yo sola y armé la convocatoria teniendo en cuenta este diseño.Aparte cuento con una encargada de prensa, Karina Nisinman, que el año pasado se hizo cargo de parte de la producción (sin la cual muchas cosas habrían sido muy difíciles) y en la gráfica está Mariano Losi." Cepeda asegura que deja en manos de estos excelentes profesionales una parte importantísima de la organización del festival.
“El Festival se desarrolla en solo cuatro días, razón por la cual no es posible incluir a todas las compañías que se presentan a la convocatoria” afirma la coreógrafa. Por eso es que busca cierta variedad en la selección. “Trato de que haya propuestas creativas diferentes entre si, para que el público pueda disfrutar de una variedad interesante de obras”, agrega.
Este año serán once las compañías de diferentes corrientes de la danza contemporánea que participarán en el Festival. Algunas de ellas son la Cía. Surdance Ensemble, de Jorge Amarante y la Cía. Cualquiera Cosa -conformada por bailarines con capacidades diferentes- de María Belén Gómez Ortiz y Paz Fernández Alonso. Además se encuentran programados varios talleres de danza, entre ellos uno de danza Afro contemporánea, uno de Creación a partir de elementos no convencionales y uno de Terapia escénica.
Las funciones tendrán lugar cada jueves a las 21hs.
Fecha por fecha los coreógrafos que participarán son:
Jueves 5 de agosto: Andrea Saltiel Virginia Ravenna y Jazmin Llovet.
Jueves 12 de agosto: Verónica Peluffo, Johanna Cessiecq y Paz Fernandez Alonso, que dirige una compañía con bailarines con síndrome de Down.
Jueves 19 de agosto: Fabiana Maler, Ayelen Graneros y Fabiana Aguilar que dirige una compañía de San Nicolás.
Jueves 26 de agosto: Jorge Amarante, Andrea Saltiel y Liliana Cepeda.
Para mayor información:
buenosairesendanza@gmail.com
miércoles, 14 de julio de 2010
TRÁTAME CON CARIÑO
¿Qué es el cariño?
La palabra deriva del latín carēre, carecer. El diccionario dice: “Inclinación de amor o buen afecto que se siente hacia alguien o algo”, y agrega también “añoranza, nostalgia”. El cariño es entonces un sentimiento de inclinación que tiene que ver con el amor y la nostalgia, con la falta, la ausencia (¿añoranza de amor?). En la difusión de la obra hay una cita en relación: “Si recibo un regalo hecho con cariño por una persona que no quiero… ¿Cómo se llama lo que siento?” Clarice Lispector
La propuesta pone en escena tres cuerpos. Dos masculinos y uno femenino. Ellos son como dos niños, dos cachorros inmaduros. Ella es una especie de devoradora. Ubicados en un espacio que evoca el campo al principio y luego se va desvaneciendo hacia cualquier lugar, los tres juegan a un juego que solo ellos conocen.
Al comienzo un texto. La madre niña empieza a vivir y descubre la muerte en el amor (o algo así) cuando el animal querido es engullido como alimento. Por lo que puede entenderse el extremo de devorar literalmente, como un impulso caníbal, aquello que se ama.
Las escenas se suceden desde ese punto de partida entre danza, música y canciones entonadas con gusto por los tres intérpretes. Ella hace uso de los cuerpos de los otros y luego se recuesta, como quien ha comido suficiente, a observarlos o reposar. Ellos bailan, se disputan, se dejan usar, galantean en todos los idiomas o apenas se sostienen en su fragilidad de zapatillas de punta.
La obra es una combinación de distintos ingredientes dentro de las artes. Hay danza, teatro, música, canto. Se crean atmósferas. No hay un hilo narrativo, no hay una historia lineal. (Tampoco tiene por qué haberlos). Tal vez sólo sensaciones que intentan configurar las relaciones que la directora o los intérpretes establecieron con la idea del cariño.
Es una puesta con diversos momentos que parecieran no llegar a formar un todo, aunque su todo, en definitiva, sea la obra misma.
Tal vez porque “el mundo está lejos o se extravió”, como expresa la gacetilla. Tal vez porque esa lejanía, eso que está perdido, ha producido la ruptura de los lazos que antes permitían el entendimiento, la comprensión y hasta el amor. Por eso es cariño, simplemente cariño. Una inclinación de buen afecto, pero apenas inclinación. Un sentimiento cercano a la indiferencia, un sentimiento de la ausencia, del carecer. Un balde frío en el amor.
Qué: Cariño
Quién: Idea y dirección: Mayra Bonard.- Intérpretes: Victoria Carambat, Federico Fernández Wagner, Ignacio Monna.- Vestuario: Cecilia Alassia.- Escenografía: Luciano Stechina.- Diseño de luces: Gonzalo Córdova.- Música: Diego Frenkel.- Fotografía: Robert Bonomo.- Asistencia de dirección: Wendy Rosker.- Colaboración artística: Ezequiel Matzkin.- Dirección vocal: Diego Frenkel.-
Dónde: CENTRO CULTURAL RICARDO ROJAS Av. Corrientes 2038.- 4954-5521 / 4954-5523 / 4954-5524.- Entrada: $ 20,00
Cuándo: - Sábado - 22:00 hs - Hasta el 28/08/2010
sábado, 12 de junio de 2010
CRIOLLO
La obra de danza que dirige Gerardo Litvak pone en escena a cuatro hombres que interpretan dando su propia identidad del espíritu de lo criollo . Pero ¿cuál es dicho espíritu?Se puede pensar en lo popular, lo perteneciente al lugar, lo propio, reflejado aquí en las danzas con características folklóricas.
Pero tal vez justamente se trate de eso. De no detenerse, no parar el despliegue constante de movimiento, como en los estados de trance. Y también resistir, aguantar, soportar, sostener, mostrando así la potencia del hombre en su lugar de sostén.
En una interminable danza, los cuatro hombres bailan evocando el campo o la discoteca, enlazando tradición y actualidad en una búsqueda personal de innovación.
Criollo propone esta reflexión inserta en los cuerpos mediante la vinculación de esas formas diversas del sentido de lo popular en una realidad de patriotismo posmoderno. Buscando -como ellos mismos expresan- la invención de una danza autónoma que reinvente la pregunta por el baile patrio.
Y por qué es lo propio.
Qué: Criollo
Quién: Bailarines: Mauro Sebastián Cacciatore, Victor Campillay, Esteban Hezkibel, Luis Monroy.- Vestuario: Analia Manouelian.-Iluminación: Alejandro Le Roux.- Música: Pablo Bronzini.-Asistencia coreográfica: Victor Campillay, Luis Monroy.- Asistencia de dirección: María Victoria Molins.- Coreografía y dirección: Gerardo Litvak
Dónde: EL PORTON DE SANCHEZ Sánchez de Bustamante 1034 Teléfonos: 4863-2848
Cuándo: Viernes - 23:00 hs - Hasta el 25/06/2010
martes, 8 de junio de 2010
UNA DANZA ONOMATOPÉYICA.
La puesta era el resultado de un proceso creativo realizado por los dos intérpretes que investigaron a nivel corporal distintos lenguajes para poner en escena un mundo de comunicación diversa. Entre las formas de expresión utilizadas había danza contemporánea, teatro-físico, clown y pantomima. Esta conjunción de elementos de interpretación estaba sostenida por un hilo sonoro construido sobre la percusión vocal.
Todos sus comportamientos, sus movimientos espaciales, sus ritmos y miradas (dirigidas al público en una búsqueda de complicidad que no llegaba a ser totalmente definida como extra diegética) tenían como soporte la música que ellos mismos hacían. Los cuerpos de los intérpretes se comunicaban con humor en un intercambio físico que parecía acompañar las onomatopeyas que usaban para dialogar, como los gestos sobre los que se apoyan las palabras en una conversación.
Según la gacetilla, aspectos de la vida de los artistas fueron incorporados en la propuesta. Cuestión ésta difícil de desentrañar hoy día donde los movimientos cotidianos son incorporados en las puestas y lo que se ve en escena pasa a formar parte del mundo de la diégesis.
El uso de una prótesis, muletas y una venda elástica, podía remitir al cuerpo herido del bailarín o del deportista. Un cuerpo explotado físicamente, un cuerpo lastimado, insuficiente, que necesita de ornamentos para poder usarse, un cuerpo objeto, un cuerpo usado.
El trabajo corporal también aludía de cierta manera al cuerpo urbano. El cuerpo que se despliega en la calle al igual que la música al estilo beat box (dentro del mundo del hip hop –danza urbana- es aquél que hace ritmos con su boca). Estos sonidos componían temas rítmicos que convertían la propuesta en un concierto musical callejero. Por eso propuestas como estas abren la pregunta sobre el sentido de la danza.
¿Qué es una obra de danza? ¿Qué la define? ¿O es que la danza, en su abarcabilidad infinita, se expande más allá del movimiento de los cuerpos para crear nuevas piezas? ¿O quizás sólo se lanza a redescubrir su ser en otros espacios? La danza es sonido, luz, color, palabra. Es un texto que se inscribe en los cuerpos, que se proyecta desde los cuerpos, desde su silencio hacia el cuerpo otro que lo escucha y le completa el sentido.
En Dúplice, los sonidos se multiplicaban de manera poética expandiendo su sentido por la sala.
Qué: Dúplice
Quién: Actuación y coreografía: Rodrigo Cruz, Rodrigo Cunha.-Iluminación: Rodrigo Assis.- Fotografía: Layza Vasconcelos.- Producción: Marci Dornelas, Sacha Witkowski.- Colaboración general: Souhail Assal, Erica Bearlz, Valéria Braga, Ernesto Gadelha
Dónde: Centro Cultural de la Cooperación. Avda. Corrientes 1543
Cuándo: jueves 27 de mayo 22 hs.
sábado, 5 de junio de 2010
OTROS RUIDOS SERÁN
La obra busca narrar tres historias de amor situadas en tres épocas de convulsión social: los años ´40, los ´70 y algún momento indescifrable del Siglo XXI.
Acompañados por proyecciones, los cuerpos cuentan las historias en una mixtura entre danza y teatro que no termina de definirse y se queda a medio camino a nivel expresivo pese a la entrega que parecen ofrecer los intérpretes..
La escena puede evocar al principio algún patio o terraza con sogas desde donde cuelgan telas como sábanas puestas a secar al sol. Luego estas mismas telas son paredes o vestuarios. De esta manera se juega con un efecto donde lo proyectado se reparte entre distintos planos abarcando por momentos todo el espacio.
En ese ambiente creado se encuentran los personajes a desarrollar su historia de amor que se ve constantemente interrumpida por alguna explosión. Con el apoyo audiovisual se realiza la ubicación temporal a la vez que parece contraponerse el momento de convulsión social -e incluso de guerra y destrucción- al instante amoroso. De tal forma podría surgir la oposición amor/guerra como las dos pulsiones de vida y muerte que conviven en el ser, tanto individual como social y colectivo.
La relación con lo erótico vinculado al momento amoroso puede entenderse de manera confusa. El beso o el sexo, son vividos en escena con cierta intensidad pero a la vez son descritos como algo asqueroso. ¿Es una parodia? Podría suponerse perfectamente debido a la oposición frente a la destrucción que los aqueja e interrumpe como amantes.
Si en una obra puede leerse la concepción de mundo del artista, ¿se trata aquí de ver una alternativa en el amor frente a la destrucción descontrolada de la vida?
En la última historia, dentro de una especie de poética futurista y apocalíptica, surge un halo de esperanza entre las imágenes envolventes que nadan por la sala. Una proyección tridimensional acuna a los intérpretes que parecen yacer desconsolados frente a un árido paisaje.
No hay que olvidar finalmente, que tanto la creación del amor como fuente de vida como la destrucción de la guerra como pozo de la muerte, son producidos por el hombre.
Veremos qué otros ruidos sonarán mañana.
Qué: Serán otros los ruidos
Dónde: EL PORTON DE SANCHEZ Sánchez de Bustamante 1034- 4863-2848
jueves, 13 de mayo de 2010
SURMENAGE A TROIS, TRES OBRAS DE DANZA TEATRO
La siguiente es 3 episodios insistenciales 3. Dirigida por la talentosa Karina K rompe con los esquemas de las obras de danza jazz e introduce texto, a diferencia de las otras dos que basan las coreografías en acontecimientos teatrales contados sólo a través de la danza. Esta propuesta se encuentra dividida en tres episodios donde se realiza un interesante juego acerca de la evolución del hombre. Del mono, al hombre y del hombre al bailarín. Así, uno podría llegar a pensar diversas cuestiones acerca de la evolución y las posibilidades que brinda el arte en el desarrollo del ser humano.
La última coreografía titulada Urbanópolis y dirigida por el director general de la propuesta, recurre al mismo estilo que la primera planteando distintas escenas de la vida cotidiana en la urbe. Con humor y dosis de ironía, juega con situaciones que son de actualidad en todos los medios. De esta forma se pueden ver la inseguridad, el celibato religioso y la elección sexual, introducidas en una puesta donde la calle, el transporte y la fauna urbana que los habita, se llenan de cuerpo en el escenario.
Todo este despliegue es posible y sobre todo disfrutable, gracias al nivel de los bailarines que acompañan con su técnica, frescura y luz la iluminación de la sala.
Qué: Surmenage a trois
Quién: Intérpretes: Romina Cecchettini, Cristian Falcón, Ariel Juin, Luciana Larocca, Agustina Maria Leoni, Juan José Marco, Milagros Michael, Francisco Prieto, Rodolfo Santamarina.- Coreografías: Alejandro Ibarra, Karina K, Gustavo Wons.- Dirección general: Alejandro Ibarra
Dónde: EL CUBO Zelaya 3053.- 4963-2568
Cuándo: Domingos 17:00 hs
jueves, 29 de abril de 2010
JUJUY
El arte siempre se vincula con la vida, es parte de su expresión. Por eso es imposible evitar leer al autor en la expresión artística. Tratándose de danza, el director no puede callar a través de esos cuerpos que dirige. El director habla con estos cuerpos que son su voz en el espacio, son las letras que articula dejando ver una parte del texto. La otra se completa en el espectador, el lector del movimiento, la luz y el espacio.
Aquí va una lectura.
En Jujuy hay una unión en el desacuerdo, en la desunión, en la diferencia entre el hombre y la mujer. Existe también una especie de simbiosis entre ambos, con el juego de cambios de vestuario -donde están los dos vestidos como él al principio o como ella, con pollera- parece proponer distintas posibilidades de parejas. De esta manera manifiesta diferentes opciones frente a lo que solía ser socialmente estipulado (digo ‘solía’ porque hoy las opciones sexuales están más integradas, aunque todavía falta camino). Aunque ese ser en espejo mediante el vestuario y quizás algunos movimientos, no es equilibrado. Se destaca el lugar de la mujer. No por tratarse de un lugar predominantemente femenino (con todas las implicancias que este término puede tener) sino por estar la mujer en un lugar de mando.
Ella dirige, ordena, aprueba o desaprueba. Se ve muy definido el espacio de mujer dominante (y hasta castradora).
La escenografía inclinada y recortando planos en distorsión, propone una ruptura de la visión en cuanto a las líneas del horizonte. Nada hay derecho, todo está rompiendo el espacio clásico, como una toma inclinada en una película. También el espacio abierto como una ventana donde uno es invitado a espiar es una zona de ruptura. Dentro de este lugar aparece una televisión, como un juego de espacios dentro de espacios que conecta a su vez con un supuesto afuera. Un afuera distorsionado debido a la ausencia de una imagen inteligible. De nuevo distorsión, ruptura.
La danza se realiza intercalando movimientos entrecortados y movimientos fluidos. Los bailarines -conjugando expresividad y técnica- se comunican, se burlan, se esconden. Se buscan y rehuyen. “Una comunicación a través del desacuerdo”. En su performance se incluyen elementos absurdos de humor clownesco como caretas de animales que también pueden hacer alusión a una Jujuy tierra como un espacio otro, diferente, distorsionado.
La música le da calidez y unión, con un motivo que se repite sutilmente yendo y viniendo a lo largo de la pieza como un paso de zamba.
Algo significativo son los palitos que ella come. Palos que muerde entre medio, mientras baila, mientras mira, mientras se cambia. Por eso, el final pareciera estar más en la escena donde ella se sienta frente a la tele. Allí está comiendo un palito y en un impulso él se lo saca, como si le quitara el poder y dijera ‘el palo es mío’.
Después de esta escena frente a la televisión, la obra se prolonga en una situación que no parece agregar nada más, como si se tratara de una coda musical, o un eco reverberando en las quebradas de Jujuy.
Qué: Jujuy
Quién: Rosaura García, Emanuel Ludueña Dirección: Ana Garat
Dónde: EL CAMARÍN DE LAS MUSAS Mario Bravo 960
Cuándo: Sábados 20:30 hs
jueves, 8 de abril de 2010
ÁSPERA Y SENSIBLE. UNA INSTALACIÓN DE FOTOS DANZADA
El espacio que alberga la obra Áspera y sensible -composición del grupo No se llama- es una antigua casa remodelada del barrio de La Boca Dulce. A metros de una Avenida Patricios en ‘reconstrucción’, la casona sumerge al espectador en un universo paralelo al mundo exterior.
El ambiente se conjuga perfectamente con la propuesta dando la sensación de que no existe el uno sin el otro. El espectador es actor en esta especie de viaje que lo obliga a desplazarse por el espacio en busca de presenciar el acto siguiente. Un espectador dinámico que puede elegir su punto de vista en la observación del cuadro, pues cada composición ofrece varias opciones, como distintos encuadres para ser mirados de acuerdo a lo que el ojo se interese en ver.
Desde el inicio, el público es impulsado a recorrer la casa asomándose a las diferentes habitaciones. En ellas, las integrantes del grupo componen pequeñas piezas que son como puestas en escena pensadas para cada ambiente en particular. Un cuarto con unos sillones, un armario y una radio antigua, es decorado de una escena afín donde las mujeres juegan con su sensualidad. Otro espacio con un andamio en una especie de sótano, es ambientado por las interpretaciones como una obra en construcción subterránea.
Así, el público es transportado por toda la casa, habitando junto a las performers cada espacio con sus paredes, muebles, plantas, luces, sombras, sonidos o aromas. A veces salvajes, a veces urbanos.
La música y la iluminación se complementan con el recorrido como si fuera un viaje que por momentos mostrara una cara áspera y de a ratos, un aspecto sensible.
Las chicas que componen la propuesta se mueven con libertad utilizando su cuerpo como herramienta viva más allá de técnicas o convencionalismos relacionados a la estética corporal del bailarín.
Más que una obra de danza pareciera ser una exposición de situaciones, como cuadros vivos en tres dimensiones donde el espectador es invitado a completar con su presencia la composición. Las dinámicas varían en cada puesta de acuerdo al ritmo de acompañamiento del público y su posicionamiento frente a estos micro escenarios móviles y vivos.
La propuesta es interesante porque pone de relieve al espectador, cuyo lugar activo debería ser imprescindible como el integrante faltante para completar una obra.
Qué: Áspera y sensible
Quién: Intérpretes y coréografas: Ximena Ayerbe, Mariana Carli, Guadalupe Seregni, Luciana Seregni, Luciana Spadafora.- Músicos: Daniel Figueroa.-Diseño de luces: Eduardo Spindola.-Diseño sonoro: Daniel Figueroa.-Fotografía: Florencia Bié.-Asistencia general: Ramiro Bailiarini.-
Dónde: QUERIDA ELENA.- Pi y Margall 1124.- Teléfonos: 4361-5040 Con consumición: $ 30,00
Cuándo: - Jueves - 21:30 hs - Hasta el 29/04/2010
martes, 6 de abril de 2010
ALASKA TIENE FRÍO
La idea es llegar a ese espacio a través del lenguaje del cuerpo. Y expresarlo en el espacio, desplegarlo en la escena.
La puesta presenta un cuadrado blanco como suelo. Sentado en una silla y moviéndose de lugar, como si no hallara el punto justo donde hallarse, hay un hombre con un cartel que dice ‘Estoy desesperado’.
A un lateral se ve a los músicos. Un violinista y un pianista junto a una computadora desde la que saldrán distintas bases, serán los encargados de poner el sonido que sople aire tibio sobre Alaska.
Además del ‘hombre desesperado, componen la propuesta en materia de cuerpo otro hombre y dos mujeres. Ellas parecen histéricas o incluso atormentadas. Se sacuden al lado del hombre desesperado, se contonean. Pero este movimiento se ve tal vez sin expresión sensual, ellas parecen más bien angustiadas.
El hombre restante entra luego al espacio donde se mueve con su propia coreografía, se quita los pantalones, se los pone, una de ellas se los quita. Esta es desnudada y movida entre todos por el cuadrado. La colocan en una pose, la observan, la cambian, la miran desde distintos ángulos.
Una pareja se abraza, entra una de las chicas y besa al hombre por encima de la otra mujer, que luego se retira. La chica baila, él se sube a una silla y toca con una cuchara sobre su cuerpo.
Entran los dos hombres, se sientan, bailan juntos, se dan la mano.
Corren por el espacio, una salta y la sujetan en el aire, otra salta, se mueven veloces.
El se sienta frente al público y mirando a todos, dice ‘ahora sí pueden hacerme preguntas personales’ (o algo similar). ¿Ahora? ¿Por qué? ¿Antes no? ¿A qué se debe? ¿La idea es el sinsentido, poner de manifiesto el intento desesperado del hombre por encontrarle un sentido a todo lo que lo rodea?
Corren todos por el borde del espacio.
Entran los hombres y se besan, sin gusto ni ganas, pero se besan en la boca.
Todos fuera, ella va a entrar, cae una mesa y se rompe.
¿Qué pasa? ¿Cuál es el sentido? La descripción verbal de las situaciones montadas es una forma de intentar encontrar el significado de los movimientos en la escena a través de la palabra.
Los cuerpos sacudidos, la desesperación, la distancia entre los cuerpos, la seducción, la diversidad, el cuerpo objeto manipulado, la desnudez, los besos, el vértigo.
Las escenas no parecen guardar relación entre sí. Si hay un hilo que las conecta debe ser en relación a lo que expresa la comunicación escrita de difusión de la obra que nombra a Alaska como lugar interior donde se guarda todo lo que no se dijo en relación con una experiencia personal. Donde se supone que estos cuatro personajes que habitan el espacio “apelan a la memoria de lo vivido para encontrar en el cuerpo la experiencia de lo que no ha sido develado.” Lo vuelcan en estas secuencias quizás inconexas para la mente conciente, como todo lo que habita la memoria. Recuerdos que se superponen, pensamientos que conviven en planos distintos y pueden salir a la superficie sin relación aparentemente coherente entre sí.
La situación, en ocasiones indispensable, de conocer la gacetilla para la comprensión de una obra, o incluso para poder acercarse a un mínimo sentido, obliga al espectador a indagar un poco antes de enfrentar propuestas que deben ser develadas como un gran interrogante. En ellas no hay respuestas ni frases simples ni historias sencillas.
Eso es Alaska, un lugar lejano y frío al que hay que acercarse para desentrañar.
Qué: Alaska
Quién: Idea y dirección: Diana Szeinblum.- Intérpretes: Lucas Condró, Alejandra Ferreyra Ortíz, Pablo Lugones, Leticia Mazur.- Músicos: Mariano Malamud, Juan Tobal
Vestuario: Cecilia Alassia.- Iluminación: Gonzalo Córdova.- Música original: Ulises Conti.-Fotografía: Jazmín Tesone.- Diseño gráfico: Javier Veraldi.- Asistencia de dirección: Jazmín Tesone.- Producción: Gustavo Kotic.-
Dónde: ESPACIO CALLEJÓN Humahuaca 3759 Teléfonos: 4862-1167
Cuándo: Sábados - 23:00 hs
miércoles, 31 de marzo de 2010
OUROBORO EL JEROGLÍFICO DEL CUERPO
Cuatro performers entran en escena vestidos con ropa deportiva y se ubican en los vértices de lo que sería la caja teatral. Luego entra un quinto que da comienzo al movimiento. El orden es aleatorio y varía en cada función generando distintos juegos en las secuencias. Se produce un ‘in crescendo’ con la incorporación de cada uno a la vez que se suman sonidos y ritmo a la base inicial. El cuerpo es desarticulado en movimientos precisos y lentos, movimientos y formas que parecen haber sido buscados a fondo. Se ven cuerpos preparados.
Cuerpos para ver. Cuerpos máquina. Cuerpos alienados. Cuerpos que hablan sin decir nada. Los intérpretes se relacionan a través de sus patrones de movimiento en formas donde parecieran no comunicarse nunca. Se cruzan, se rozan, hasta pueden tocarse, pero si existe un vínculo éste es invisible.
La música que acompaña son sonidos electrónicos en vivo disparados por Mauro AP. Al principio es apenas una base similar al zumbido que queda en los oídos luego de una fiesta.
Hay en la atmósfera un halo de vacío en esa repetición maquinal, como un no ser del cuerpo que es demasiado cuerpo. Un cuerpo explorado en cada articulación. En cada detalle, respiración, repetición de esos patrones de movimiento.
Los mismos intérpretes parecen articularse como si formaran parte de un mecanismo. Como si se tratara de la puesta en escena de una jornada laboral en una fábrica. Su vínculo está ahí. Tiene algo fabril en su alienación. Algo rutinario, trabajo encadenado.
Tal vez es demasiado larga para poder mantener la concentración. Al principio se oye cada movimiento en las butacas, pero los espectadores están atentos. Luego de pasada la hora el público puede dispersarse y llegar a aburrirse.
Por eso es importante la pregunta sobre el sentido de estos cuerpos ¿qué nos dicen? ¿Qué significan estos cuerpos, estos movimientos insertados en su contexto, en la actualidad? En una época de abulia y desconexión.
Al final todos giran como mareados. ¿Es una manera de nombrar la ausencia de rumbo? ¿O la alienación de un sistema que anula la comunicación?
En el espectador está la respuesta. En el retorno del eco que el sonido de la obra dispara.
Finaliza este jueves 1º de abril
Qué: Ouroboro
Quién: Idea y dirección: Luís Garay.- Intérpretes: Juan González, Iván Haidar, Leticia Mazur, Nicolas Poggi, Florencia Vecino.- Música original: Mauro Ap.-Iluminación: Eduardo Maggiolo
Dónde: Centro Cultural de la Cooperación, Sala Solidaridad. Av. Corrientes 1543.
Cuándo: jueves a las 21.00 hs
domingo, 28 de marzo de 2010
EL CUERPO Y SU DOBLE
Levar anclas, desamarrar, soltar, desprenderse.
En esta propuesta se está jugando a describir la danza mientras se danza, jugando a no pensar mientras se piensa. La manera es una búsqueda que pone de manifiesto el intento de nombrar lo innombrable. Imposibles humanos.
Pero anclar en lo efímero es una manera de arrojo comprometido, de entrega profunda en lo que se hace.
Qué: Anclar. Imaginar el Opuesto
Cuándo: Jueves de marzo 21 hs.
jueves, 25 de marzo de 2010
OBJETOS. NOSOTROS Y LAS COSAS
La música en vivo –piano y batería- acompañan impregnando el espacio de ese sonido especial que tiene la ejecución en directo, tan diferente de la música grabada por más buena calidad sonora que posea. De esta manera, la relación entre los bailarines y el ambiente, así como entre ellos y con los objetos, se ve enriquecida por el lenguaje con los músicos. Se establece una comunicación mucho más directa.
Los bailarines ocupan el espacio en su totalidad, desplazándose desde el fondo hasta el frente con libertad, llegando por momentos antes que la iluminación. Sus movimientos a veces parecen jugar con la música al punto que no se sabe quién dirige. Si es sobre la partitura musical que se ejecuta el movimiento o es sobre los movimientos que los músicos hacen sonar una nota u otra. Se crean así atmósferas de complicidad donde también parece quedar clara la relación con los objetos y alguna de las preguntas disparadoras de la investigación. ¿Cómo sería el trapo si fuera hombre? es una de ellas.
La obra avanza con un despliegue en donde cada intérprete muestra sus cualidades, recursos que se intensificarían en una mayor condensación temporal. Cabe destacar el disfrute de la expresión del rostro, que cada uno explota dentro de su personalidad. Así se incluye un aspecto muchas veces olvidado por la danza contemporánea que adopta generalmente una cara neutral para la composición de sus coreografías. Acá se pueden observar expresiones que acompañan los distintos momentos, incorporando el humor que es también un factor fundamental para darle frescura a composiciones que resultan muy solemnes.
Objetos que bailan tratando de vivir, música objeto que respira en los cuerpos. Un intento de animar el mundo inerte de objetos que nos miran.
Qué: Objetos
Quién: Intérpretes: Maria Del Mar Codazzi, Emiliano Formia, Ramiro Soñez, Victoria Viberti.- Músicos: Carto Brandán, Marco Sanguinetti.- Dirección: Ines Armas, Fagner Pavan
Dónde: El Portón de Sánchez.- Sánchez de Bustamante 1034
Cuándo: Viernes - 21:00 hs - Hasta el 30/04/2010
lunes, 1 de marzo de 2010
MUARÉ: PERCEPCIÓN ALTERADA
Según algunas definiciones, el muaré o efecto muaré es una estructura en forma de bandas alternadamente oscuras y brillantes que surgen al superponer dos estructuras periódicas. En la gacetilla de Muaré se puede leer: “El efecto MUARÉ se origina cuando la repetición de patrones de dibujo produce una percepción visual novedosa”. La obra pareciera proponer, a través del diseño espacial, este efecto visual. Pero el efecto muaré también puede pensarse en relación a la escena planteada.
El movimiento vibratorio, ‘gelatinoso’ y a veces espástico de las intérpretes produce una sensación de inestabilidad que bien pudiera describir la situación de ambas dentro de la fiesta. Propone una ruptura con los movimientos armoniosos y estables de una danza más clásica. Se podría pensar en un lenguaje disonante, alterado, propio y divertido. Ellas no encajan o no se integran o no pertenecen a ese espacio otro de afuera, de la confusión de la fiesta. Ellas tienen su propio desorden.
¿Qué sucede en la fiesta allá afuera? ¿Qué les pasa a ellas? Hay que seguir la corriente, saludar, reír, bailar, comer un bocadito, integrarse, ser como los demás, formar parte de. Pero estas dos amigas no parecen conseguirlo (o quererlo). Se esconden en el cuarto de los abrigos como en busca de un espacio de intimidad, donde ser ellas mismas, escapando del sonido aturdidor de la fiesta pero en su aturdimiento personal.
También manifiestan su propio estado encerradas en una bolsa de plástico asfixiante, aisladas en una atmósfera totalmente diferente de lo que uno puede imaginar de un estado festivo. Momento que más breve hubiera resultado más contundente.
Más allá del trabajo corporal intenso de las intérpretes -cuya calidad va menguando un poco hacia el final de la obra- cabría preguntarse qué sería el Muaré dentro de la propuesta. ¿Son ellas el efecto novedoso o disonante en la trama del evento Fiesta? ¿O es la fiesta la estructura que surge paralela a las tramas que son ellas y su propia fiesta? ¿Qué pasa con lo diferente, lo que no encaja, lo que no forma parte? ¿Tiene lugar?
Finalmente queda sólo un zumbido en los oídos, resaca de aturdimiento sonoro, recuerdo de la fiesta.
Pero pareciera que vale la pena si uno la pasa bien.
Qué: Muaré
Cuándo: Domingos 21 hs. (Hasta el 28/03/2010)