lunes, 20 de junio de 2016

CAIPIRINHA

“Comprender es también estar desorientado”
Luego de esperar unos minutos en la antesala, el público se acomoda en un espacio sin privilegios aparentes. Hay butacas a ambos lados del espacio escénico y muchos limones desparramados por ahí.
La acomodadora es parte de la pieza e interpela con su presencia sobre aquello que forma parte o no del espectáculo, o en qué momento empieza una obra.
Cuando convencionalmente da inicio, descubrimos que las bailarinas están ubicadas entre el público. De alguna manera, todos somos parte de la escena.
Hay una danza absurda, un encuentro entre dos intérpretes que se desplazan y se vinculan desde un lugar invertido, modificando la perspectiva de la verticalidad y el desplazamiento habitual. Cada movimiento se produce desde allí hasta que un cambio de dinámica las corre. Entonces una bailarina estilo clásico español aparece en escena moviéndose como si estuviera saludando o a punto de iniciar una danza que no inicia, jugando con las expectativas de los observadores. Avanza la acomodadora y realiza movimientos de espaldas a parte del público (lo destina a un sector), marcando adrede diferencias en las ubicaciones. Todo parece estar dirigido a despejar dudas o a meter el dedo en la llaga acerca de lo adecuado o no en una obra de danza.
La ruptura sorprende con tres intérpretes que se lanzan limones e incitan al espectador a participar. Batalla campal de limones mientras la bailarina española danza su solo muy estirada y sonriente. Los limones vuelan y son atrapados en canastas. Pausa. Nuevamente sorpresa. En una mesa con los ingredientes necesarios para preparar caipirinha, cada una se hace un trago mientras danza al unísono en una coreografía de barman. Al retirarse con sus tragos, una voz en off invita al público a imitarlas y servirse, a la vez que acentúa la situación de estar a solas, sin que nadie los espíe. La gente se acerca y se sirve, ríe, comenta, bebe y se sienta.
En ese momento, la voz en off le habla al público contándole cosas que sabe del mismo. El espectador se asombra porque puede sentirse identificado. Siente que está presente en el relato como si formara parte importante de la obra. El espectador quiere ser protagonista de la función. Se genera un ambiente risueño y distendido.
Ellas vuelven y bailan reproduciendo movimientos que pueden resultar reconocibles para algunos. Son pasos que pertenecen a distintos estilos de danza. Como si fuera una coreografía pastiche de la danza con elementos de clásico, jazz, tango, folclore, flamenco, árabe, cumbia, zumba, etc.
La propuesta está orientada al espectador, a sus deseos ocultos, a sus proyecciones, a su estado de expectación. Y es un acto de confesión sin pretensiones, que pone en escena abiertamente todo aquello que se supone que espera el público de una obra de danza.
Una canción final nos habla de no estar aburrido mientras repite ad infinitum esa frase sobre el aburrimiento para dar cierre a esta pieza posmoderna y fresca. Puesta que logra integrar los componentes que mezcla, como en un trago, en un todo abierto, delicioso y personal.

Qué: Caipirinha
Quién: Interpretación: Ana Inés García, Milva Leonardi, Caterina Mora, Quillen Mut Cantero.- Iluminación: Agnese Lozupone.- Diseño gráfico: Ignacio García Lizziero.- Asesoramiento de vestuario: Josefina Lopez, Lucila Medjurechan.- Asesoramiento artístico: Luis Biasotto.- Creatividad: Victoria Castelvetri, Ana Inés García, Milva Leonardi, Caterina Mora, Quillen Mut Cantero.- Dirección: Victoria Castelvetri.-
Duración: 50 minutos
Dónde: CENTRO CULTURAL RECTOR RICARDO ROJAS UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES  Av. Corrientes 2038  Teléfonos: 4954-5521 / 4954-5523
Cuándo: Sábado - 21:00 hs - Del 04/06/2016 al 30/07/2016

Entrada: $ 60,00 –

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