sábado, 5 de diciembre de 2009

DIALOGANDO CON EL MOVIMIENTO DE LA VIDA

Decir que María Fux da un ejemplo de vida es caer en un lugar simple y común. Cualquiera que viera bailar a una persona de casi 90 años en un escenario pensaría eso. Fueron dos las funciones que brindó la bailarina y danzaterapeuta en el Centro Cultural de la Cooperación (a sala llena el día que asistí). Allí no sólo confirmó que se puede bailar toda la vida, sino además que el arte del movimiento es una vía interesante para salud.
La danzaterapia, disciplina que ha desarrollado María Fux como precursora en Argentina, es una “técnica corporal que interrelaciona arte (danza) y ciencia (psicología) para la atención de problemas de salud y de aprendizaje en un proceso de integración psicofísica” (Graciela Vella[1]).
La expresión de cada ser humano es única. A través de ella se comunican emociones, pensamientos, ideas, imágenes, intercambiando experiencias con los demás y enriqueciendo las propias. Mediante el lenguaje del cuerpo es posible incluso expresar aquello a lo que la palabra no tiene acceso. Lo que no se nombra pero necesita ser dicho, hace síntoma en el cuerpo. De ahí que sea tan importante para la salud la expresión corporal.
A sus 87 años María pone en escena su corporalidad y su experiencia. Dialoga con el infinito en un intento por tocar el tiempo que se fue. Las imágenes con las que juega se extienden más allá de los cuadros proyectados. Son sus propias imágenes marcadas en el cuerpo las que salen al encuentro del imaginario de las obras que la atraviesan en la pantalla. Lo creado se filtra hacia el público que hasta puede llegar a compartir las sensaciones perceptivas de algunas imágenes a las que María les pone sonidos además del cuerpo.
La obra que desarrolla muestra de alguna manera el trabajo que ella realiza en sus clases, donde busca la integración de personas con capacidades diferentes.
Aquí habla del tiempo, de los miedos, del silencio, de lo que no sabemos. Todas cuestiones compartidas por el ser humano y puestas en escena por las imágenes que el movimiento suscita.
La vida es movimiento, fluye como el agua, sin detenerse.
Lo que se mueve está vivo.
María destila plenitud.
[1] Bailarina y danzaterapeuta argentina

miércoles, 25 de noviembre de 2009

EN BUSCA DE LA PROPIA SINTONÍA

Tramatango es una propuesta de tango dirigida por Milena Plebs. La bailarina y coreógrafa junto a un grupo de bailarines y bajo el asesoramiento artístico de Alejandro Cervera crea un espectáculo donde el lenguaje del tango se acerca a las fronteras de la danza contemporánea y las traspasa
El espectáculo recorre tres paisajes: Sintonías, Pugliese Yumba y Tango Congo. Según Milena se trata de “tres paisajes, tres miradas, tres estilos para una misma pasión.”

Sintonías juega con el universo del tango usando recursos de la danza contemporánea. La coreografía es fluida y dinámica. El lenguaje expresa una forma actual de bailar, más propio de aquellos que en los últimos años se han profesionalizado en el tango imprimiendo en la tradición del baile formas personales. El acompañamiento sonoro se aleja de la música típica y ahonda en sonidos más contemporáneos creando atmósferas donde los movimientos se expresan con mayor libertad. Si fuera un poco menos extenso se disfrutaría mejor el juego de las parejas y la coreografía.
Pugliese Yumba es un homenaje a Osvaldo Pugliese y su orquesta. La música sumerge al espectador de tango nuevamente en lo conocido.
Los cambios de luces (que a veces se echan de menos) colaboran con lo que sería una puesta escenográfica y ayudan a enriquecer el espacio que por momentos está muy vacío.
En Tango Congo, aparece lo más novedoso de la propuesta. Como nace a partir de la inquietud de la coreógrafa por bucear en el supuesto origen afro del tango, recurre a mayor creatividad en las coreografías. Consta de dos partes “Rojo Ritual” y “Sitios de Tango”. En la primera, las luces bañan el espacio armando un ambiente de ensueño. Se genera así un entramado de luces que cubre el piso del escenario donde los bailarines se balancean en una danza ritual. Los movimientos son novedosos y rupturistas con lo que sería un espectáculo de tango. Están descalzos, ruedan, saltan, giran, se agrupan y separan, van y vienen como las olas. Logran transmitir una sensación de dinamismo expresivo que vuelve original al espectáculo.
En la fusión de estos movimientos con los característicos del tango parece haber una semilla de algo que puede ser muy interesante como lenguaje futuro.
El sonido alterna ritmos de percusión y tango contemporáneo, algo que apoya lo experimental de la propuesta.
La segunda parte muestra danzas con un espíritu más alegre y festivo pero propios de los ritmos musicales del tango y la milonga, y con pasos más comunes del lenguaje tanguero.
La totalidad del espectáculo parece como la unión de dos caminos que hicieran enclave en la figura de Milena y su recorrido en el mundo del la danza y el tango. Por un lado está lo que tiene que ver con su historia, su evolución como bailarina, su pasaje de la danza contemporánea al tango y su aporte para que el tango fuera conocido a nivel mundial. Por otro lado está lo que ella puede proponer e investigar desde su bagaje personal abriendo una puerta hacia un posible futuro del tango actual.
La obra en sí no tiene una dramaturgia clara más que el propio camino de Milena y sus intereses investigativos o expresivos. Los bailarines no forman parte de un cuerpo de baile establecido, aunque su heterogeneidad enriquece y podría ser el principio de una nueva y hasta original compañía.
En general, la sensación que deja es de ver el germen de algo que promete con el peso de una figura que puede prometer como Milena.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

El SONIDO INTERIOR DE UN CUERPO EN MOVIMIENTO


El Borges está festejando la semana de la India y tengo que subir las escaleras entre telas, elefantes de madera, pipas y gente que pasea en busca de algo curioso para comprar. En uno de los pabellones hay una sala pequeña dispuesta para la función. Allí Alejandra Ceriani realiza las últimas pruebas de Speak 3.0, el proyecto que presentará esta noche. Artista plástica, ceramista, bailarina, performer e investigadora, nos introduce en su búsqueda personal y en el mundo de las relaciones del arte con la tecnología.
¿Cuál es tu propuesta?
Mi interés ronda en función del sonido. Siempre trabajé con músicos en escena, en vivo, donde producíamos sonidos que el músico amplificaba.. Lo último que hice con Gabriel Gendin en el Rojas todavía era mitad analógico, mitad digital (no existían este tipo de programaciones). Yo tenía que pisar unos pedales con un cable larguísimo y haciendo contacto con unos tornillos. Ahí hacía la coreografía y ensayaba con el músico, pero después en el escenario tenía que unir todo. Luego empecé a investigar algo mucho más minimalista. Cursé en La Plata ‘Programaciones interactivas’, un seminario de postgrado de la Facultad de Bellas Artes, que lo daba Emiliano Causa. El nos pedía que pensáramos o creáramos una metáfora para plantearnos qué objetos de la programación nos iban a hacer falta.
¿Cuál fue tu metáfora?
La metáfora que yo pensé era cómo suena el cuerpo adentro cuando nos movemos, qué sonidos se producen al moverse. La interfase era la cámara web. A partir de esa metáfora armé la programación. Me movía y sonaba. Pero en la programación que había armado descubrí que la luz incidía. Si la luz no me daba en el cuerpo, no sonaba. Por eso acá estoy de blanco, porque la lectura la sigue haciendo el píxel blanco. Ya no es el cuerpo el que está haciendo funcionar la cuestión, es el cuerpo más la luz, empiezan a conjugarse varias cosas. Ya no es el cuerpo nada más.
¿Y tu búsqueda hacia dónde va?
Lo que me interesa tiene que ver con una cuestión formal. El tema de la gestualidad expresiva, entrar en diálogo con la tecnología, que el cuerpo pueda dialogar con estas interfases. Mi hipótesis es que al trabajar con interacción en tiempo real surge la cuestión del descentramiento de la formación antropocéntrica del bailarín.
¿Te sentís en contacto con la danza o con otro tipo de artista?
Con lo que tiene más que ver con la performance. Acá hay más trabajos con cosas pre seteadas donde el bailarín sabe dónde ubicarse, qué tiene que hacer. Como espectáculo es interesante. La composición en tiempo real es un riesgo, hay gente que puede no gustarle para nada y hay otra que lo hace como Valeria Pagola. Poder vincular la danza con el sonido a mí me resulta súper interesante.
¿Y qué tipo de entrenamiento hacen?
Lo que hago como entrenamiento es natación y gimnasia acuática, todo en el agua. Este corset (lleva puesto un corset que parece parte del vestuario) es por una hernia de disco y un intervertebrador que tengo puesto. Es como una de las posibilidades que yo tengo de seguir moviéndome, me protege de no hacer determinados movimientos. Además tengo 46 años y vos decís, toda la vida no se puede bailar igual.
¿Pero toda la vida se puede bailar?
Claro. Todo este año nos hemos juntado varias veces por semana y lo que está hecho son cosas que van tomando forma cada vez. En la experimentación no en el ‘vamos a pensar que...’Sino en probar.
Por otro lado hay que ir a veces desandando lo que uno anduvo mal, porque la danza tiene esa cuestión. Uno hace técnicas y nunca piensa si esa técnica corresponde al cuerpo de uno. Uno fuerza el cuerpo y generalmente muchos bailarines terminan lastimados o lesionados. Hay que desandar ese camino.
¿A qué te referís con espacio ‘inmersivo’? ¿Está en relación con el público?
Si. Nos interesa que ese espacio se cree para el público, que pueda entrar en esa situación. Que el cuerpo esté todo el tiempo envuelto. Buscamos la cuestión más sinestésica. También hemos probado terminar y explicar como funciona, explicar lo conceptual, las ideas. Estoy trabajando en un texto que tengo que escribir acerca de qué sería una performance interactiva y qué vinculación podría tener el espectador con eso. Lo que mayor resultado nos dio fue explicar. Hice ‘Hoseo’ (otro proyecto) en Montevideo y al terminar explicamos y la gente pasó a probar. Muchos dijeron que sería bueno que lo incluyera, que la explicación fuera parte de la performance. Acá en Speak es más complejo porque todavía estamos viendo de qué se trata, estamos investigando. Pero supongo que cuando tengamos un camino hecho podremos empezar a incluir que el espectador pueda conocer cómo funciona. Me parece que ahí cierra el ciclo.
¿Te parece que el público en general tiene acceso a este tipo de proyectos?A mi me interesa mucho que este proyecto recorra distintos espacios. Ahora teníamos que hacer 4 funciones por Pro danza en un espacio que tuviera determinada consistencia. Nosotros también lo hemos hecho en un museo debajo de un dinosaurio, donde la gente pasaba y al que le interesaba se quedaba mirando. A mí me interesa mucho más ese poder de elección, no me interesa trabajarlo en la línea de que haya que venderlo como un espectáculo que no lo es. Yo me muevo bastante por lugares donde está claro que uno está investigando no que está vendiendo algo enlatado.

Alejandra termina de prepararse y se acomoda para su próxima investigación escénica.
Para más info:
http://movimientolaredsd.ning.com/profile/ALEJANDRACERIANI

lunes, 16 de noviembre de 2009