sábado, 9 de junio de 2018

PULSO


Bajo esa sola palabra que titula esta propuesta se pueden nombrar muchas cosas. Desde el golpeteo que produce la sangre bombeada por el corazón o el ritmo que late en la música hasta la precisión en la ejecución de una acción. El pulso aparece casi como una excusa para hablar (además) de cómo el ritmo del cuerpo, de la iluminación, o de un montaje, construye distintos relatos. Esto es lo que proponen la bailarina Eugenia M. Roces y el director de cine Daniel Saldarriaga, los ideólogos de la pieza.
Vemos una mujer en la zona del proscenio y ubicada en diagonal, la pantalla. Mientras ella se mueve, una cámara la filma y proyecta simultáneamente. El camarógrafo realiza planos cerrados tomando fragmentos, partes específicas del cuerpo, que van a crear sentidos diversos al verse amplificadas.
Así la imaginación puede ir componiendo formas con esas partes que el foco recorta. Ver en la selección delimitada de la cámara algún animal e incluso extrañarse con ese recorte del cuerpo humano descontextualizado por la proyección. Esto sucede también con los movimientos que realiza la performer, con la ondulación o agitación de un brazo o de una mano, gracias a la disociación de la intérprete que maneja el cuerpo con precisión y en sintonía con la mirada de la cámara.
La imagen se distorsiona mediante distintos efectos de multiplicación, barrido, canon o ralenti, de la imagen y del movimiento corporal. Se produce un desdoblamiento del cuerpo, un eco de uno en la proyección del tiempo y el espacio. De esta manera, los sentidos se propagan en el público que puede optar por observar a la bailarina o a la pantalla, tomando la decisión de qué mirar.
Los movimientos recuerdan que en el cuerpo hay un pulsar siempre presente, entrecortado, irregular. Algo que late y que, encuadrado e iluminado de determinada manera, puede modificar su sentido y construir ideas relacionadas a lo erótico o lo terrorífico, de calma o agitación, pasando de la sensualidad al suspenso como si nada. Vuelve a llamar la atención con qué facilidad puede manipularse el sentido de una imagen creando diferentes realidades de acuerdo al lente con que se mire.
El público no queda fuera del juego. La cámara se dirige hacia él incluyéndolo en ese relato múltiple que se construye con la mirada de cada uno.
La obra juega con los sentidos develando que aquello que vemos mediatizado por la pantalla es una construcción que puede generar la ilusión de espacios, tiempos y relaciones que no son tales. En una época donde los medios gobiernan un sentido común que ellos mismos inventan, esta pieza propone reflexionar sobre aquello que consideramos la realidad, desde una mirada joven, inteligente y creativa, con las herramientas del cine y la danza.
Queda ahora abierta otra pregunta ¿Cómo deconstruir un relato instalado?

Qué: Pulso
Quién: Idea y Dirección: Eugenia M. Roces, Daniel Saldarriaga.- Performers: Alejandra Arístegui, Lucia Giannoni, Mijal Katzowicz, Eugenia M. Roces, Daniel Saldarriaga.- Diseño sonoro: Patricio Lisandro Ortiz.- Realización de vestuario y Diseño: MarIanela Castellanos Gotte.- Operación de sonido: Facundo Mauro.- Operación de video y Asistencia técnica: Julián Ospina Córdoba.- Fotografía: Carola Etchepareborda.- Asistencia Coreográfica y general: Lucas Minhondo.- Duración: 45 minutos
Dónde: CENTRO CULTURAL RECOLETA - Junín 1930 - Teléfonos: 4803-1040 Web: http://www.centroculturalrecoleta.org
Cuándo: Jueves - 21:00 hs - Del 24/05/2018 al 05/07/2018