La danza argentina crece, se
mueve, investiga, y sus resultados son piezas más que interesantes que nos
permiten pensar como sociedad desde el movimiento y su historia danzada.
El laberinto de la historia
abre una puerta hacia nuestro pasado para hacer un recorrido particular. Su
consecuencia es un propuesta dinámica fruto de una investigación parida por dos
coreógrafas y licenciadas de la Universidad Nacional del Arte.
El espacio de Centro de
Experimentación del Teatro Colón, un subsuelo que, salvando las distancias,
recuerda ámbitos off de la ciudad, es afín a la realización de este recorrido que
plantea la propuesta.
Como una visita guiada con
historia y movimiento, se desarrolla esta experimentación danzada, guionada y
aventurera.
Se trata de atravesar en
cuerpo y escucha, un archivo sobre la danza y el movimiento que realiza un recorte
de la historia de la danza clásica, del ballet del teatro Colón y del contexto
histórico. Seguir el laberinto documental de la danza hecho presente en los
bailarines de hoy.
Bailarines cuyos vestuarios,
al inicio de la obra, recuerdan ropas de trabajo. De esta manera podemos
refrescar que ser bailarín, coreógrafo, docente, investigador, en el ámbito de la
danza, es un trabajo como cualquier otro. Y como tal, merecen ser reconocidos
sus derechos.
Acompañados de un relato que
los introduce en el tema, el público es invitado a descubrir este recorrido
histórico con imágenes de archivo, voces en off, que son parte de la historia
del ballet del Colón, y reconstrucciones de fragmentos a partir de relatos
testigos.
La propuesta es lúdica y
didáctica, además de poner de manifiesto cuánto falta caminar en el trayecto de
la investigación de la danza en el país. También da cuenta de qué bellas obras
pueden hacerse tomando la historia como disparador, y las diferentes y
múltiples formas coreográficas que una investigación en danza puede tomar.
Algo fugaz como la danza
queda en la memoria de los cuerpos. Y los bailarines traen al hoy esos
recuerdos, prestándole esqueleto, sangre, articulaciones y músculos, a la
fugacidad.
Por eso, la danza, cuyo
médium es el cuerpo y el movimiento, tiene mucho para decirnos de nosotros, de
nuestro contexto y de la historia que vivimos como individuos y como pueblos.
Ya lo expresa el dicho popular, “una imagen vale más que mil palabras”.
Miremos ese cuerpo que
danza, que es un cuerpo social, y nos veremos.
Qué: El laberinto de la
historia
Quién: Autoría e Idea: Laura
Figueiras, Carla Rímola.- Intérpretes: María Julieta Albornoz, Agustina Annan,
Carla Bugiolachi, Daniel Antonio Corres, Daniel Antonio Corres, Javier Crespo,
Carolina De Vega, Liber Andrés Franco, Javier Antonio Galeano, Juan Salvador
Giménez Farfan, Martín Esteban Gómez Sastre, María Florencia Gómez Vara, Janice
Verónica Iandritsky, Paulo Salvador Jiménez Verón, Florencia Macché, Emilia
Massacesi, Emmanuel Luis Adrián Palavecino, Mauro Podesta, Camila Isabella
Puelma Wright, Anahí Soledad Rios, Gonzalo Tomas Rojas Hoffens, Maria Taglioni,
Lola Vera Tavano, Abril Lis Varela, Magdalena Vázquez Sanjurjo, María Agustina
Videla Di Giácomo.- Vestuario: Paula Molina.- Iluminación: Matías Sendón,
Alfonsina Stivelman.- Música original: Pablo Berenstein.- Fotografía: Mariela
Garcia.- Asistencia coreográfica: Cintia Dattoli.- Asesoramiento histórico y Colaboración
artística: Laura Papa.- Asistente de producción: Ezequiel Barrios, Eugenia
Cordera.- Dirección artística: Roxana Grinstein.- Co-producción: Bienal Arte
Joven Buenos Aires, Una, Cetc.- Dirección: Laura Figueiras.-
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