“Podríamos definir al
instructivo entonces como una serie de explicaciones e instrucciones que son
agrupadas, organizadas y expuestas de diferente manera, en diversos soportes,
para darle a un individuo la posibilidad de actuar de acuerdo a cómo sea
requerido para cada situación. El instructivo puede ser muy variado de acuerdo
al tipo de situación que se aplique.”
Aquí, el instructivo anida en la idea de enviar
por mensaje de texto una palabra para ser utilizada en la representación, en la
composición coreográfica. Las instrucciones para llevar a cabo la escena vienen
dadas desde afuera y cambian de acuerdo al público presente y las indicaciones
que el mismo de.
También son responsables las nuevas tecnologías
y los medios de comunicación, parte importante en el proceso creador.
La disposición del espacio y las butacas
permiten que el espectador elija dónde ubicarse para su participación en la
propuesta. Hay varias pantallas y uno tiene consigo las indicaciones del
programa de mano que invitan a enviar mensajes de texto a un celular para dar
cualquier instrucción. Cuantas veces quiera.
El espectador es a su vez instruido sobre qué
hacer para dar comienzo a la pieza.
La ilusión del público es participar sobre lo
creado en escena como una composición instantánea entre ambos integrantes del
convivio teatral: espectadores y actores.
Varias incógnitas surgen en la mente ávida de
saber. ¿Los bailarines improvisan cada vez sobre la azarosa palabra que sale
proyectada y varía de función en función? ¿O es sobre el clima que genera el
músico? En ese caso, su presencia, su sensibilidad frente a las palabras e
instrucciones dadas, y su inspiración
respecto a lo escrito por el público, es lo que prima para dar curso a la
improvisación danzada.
¿A quien inspiran las palabras?
También se puede suponer que la palabra acompaña
y complementa lo que los intérpretes danzan de acuerdo a pautas previas. O que
dan igual las palabras, las instrucciones, las indicaciones. Lo que
verdaderamente importa es lo que sucede en ese único y efímero instante.
De esa especial manera se genera el color
particular de cada instancia escénica. Las palabras parecen sumarse al
movimiento ya presente en la escena. El movimiento parece sumarse a las
palabras proyectadas.
Una muy buena música disparada en escena
acompaña, genera, activa.
Lo dicho proyectado puede modificar el cuerpo,
el sentido, el pensamiento. Las palabras atraviesan la sala como balas
conceptuales. Bombas, otro, penetrar el aire, mismo, disfrutarte, bestial,
hermético, flotar y disolver, bordes.
Palabras que son movimientos escénicos.
Cuerpos que son inabarcables.
Qué: Instructivo
Quién: Performers: Ramiro Cortez, Federico
Fontan, María Kuhmichel, Valeria Polorena, Mariela Puyol.- Iluminación: Leonardo
D´aiuto.- Música: Eloísa López.- Dirección: Andrea Saltiel.-
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