Una coreógrafa se desdobla a sí misma para
preguntar y preguntarse cómo representar la muerte. Para eso propone un ensayo.
Un ensayo desde el título, un ensayo desde la puesta que se transforma en el
ensayo de una propuesta de danza.
El ingreso a la función el día que fue vista por
quien escribe estuvo cruzado por un ensayo en los pasillos del espacio y una
exposición en la zona de espera. Una buena forma de acercarse al pensamiento de
la prueba/error, de la investigación, de la búsqueda, de aquello que hay detrás
del ensayo.
Tres intérpretes hacen sus pruebas mientras una
dirección por fuera les da indicaciones. Una dirección que rompe la ilusión
ficcional de la escena desde el mismo principio planteando de esta manera un
metalenguaje que se preguntará a la vez por la representación. Desdoblamiento,
dos veces presentado: la obra en sí –en la que se incluye la reflexión- y la
obra a la que se refieren los intérpretes y dirección en su búsqueda de la
mejor manera para representar el tema planteado.
Los recursos utilizados pueden sonar conocidos,
no es lo importante aquí, no está la búsqueda por la originalidad como premisa.
Es una propuesta donde la palabra, la actuación, la danza, se ponen al servicio
de este ensayo. ¿Cómo representar la muerte en la escena? ¿Cómo hablar de ello
desde una perspectiva artística creativa? Desde una forma poética, no literal,
de referirse al mundo, a lo que hay y lo que no hay en el mundo. ¿Cómo
representar algo que uno no conoce más que como testigo?
Por eso la muerte puede asociarse a un velorio,
a sándwiches de miga y café. O a tierra esparcida sobre un cuerpo.
Ensayo para morir esboza alguna pregunta desde
la reflexión del lenguaje y el movimiento. ¿Cómo sería preguntarlo solamente
desde el cuerpo?
La muerte del cisne en la piel de Roxana Galand
–cuyos movimientos producen placer por sí mismos- apela a la tradición del
ballet, y es el único instante donde se intenta representar, de manera explícita
y desde lo puramente coreográfico, la muerte. Otros movimientos también son
probados, así como canciones, palabras y situaciones teatrales o poéticas.
Una propuesta realmente válida que como ópera
prima da inicio a un buen camino para la coreógrafa Jésica Josiowicz.
Qué: Ensayo para morir
Quién: Intérpretes:
Roxana Galand, Soledad Gutiérrez, Luis Sodá.- Vestuario: Carla
Daich, Mariana Pérez, Jésica Josiowicz .- Iluminación: Osvaldo Ponce.- Video: Ariela Bergman.- Coreografía y
Dirección: Jésica Josiowicz.-
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