El
Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín que dirige Mauricio Wainrot, volvió
a presentar un programa compartido dirigido por coréografos contemporáneos,
quienes proyectan su propia mirada sobre el espacio-tiempo de la danza.
Los
invitados esta vez fueron Gabriela Prado, Ana Garat y Pablo Rotemberg. Cada uno
de ellos construyó una coreografía diferente con el realmente maleable,
flexible, abierto y dispuesto grupo de bailarines del Ballet.
Desde
el juego con sombras de Ese lugar, a
los movimientos de Estereoscópica,
hasta la ruptura total de los cuerpos fríamente sexuados de La casa del diablo. Es sorprendente la ductilidad
del grupo. La capacidad que tienen como intérpretes para ponerse al servicio de
cualquier movimiento contemporáneo.
Del
universo de la danza y estas tres puestas escénicas, pueden destacarse
características particulares diferentes de cada una de ellas.
Ese lugar introdujo
un juego de sombras interesante cuya proyección en el fondo del escenario
construía un mundo de tamaños abruptos y opuestos. Desde lo más pequeño hasta
lo gigante, las sombras bailaban casi fuera de los cuerpos que las movían. La
plasticidad de las sombras creaba una imagen que captaba la mirada y disparaba
el imaginario hacia mundos de sueños o pesadillas. Una pena que no haya sido más
explotada....
“Nada
en la naturaleza tiene un contorno definido. Toda imagen se observa frente a
otra y cada límite se desvanece de manera tan sutil que no puede distinguirse
dónde termina uno y comienza otro...” señala Ana Garat, directora de Estereoscópica, una propuesta cuyo vestuario daba cuenta de las
distorsiones de volúmenes y multiplicación de la materia de todo aquello que
hay en la naturaleza. Vestuarios que fueron escenografía y danza, ampliando los
ámbitos donde se cuela la coreografía del movimiento.
Finalmente,
como postre, La casa del diablo de
Pablo Rotemberg. El director presentó la propuesta francamente más jugada de
las tres. Con todo lo posmoderno revuelto hasta casi ‘desposmodernizarse’, los
cuerpos vacíos de amor pero ansiosos de sexo. Acá se podía disfrutar de algo
casi visceral, pleno de pasión, aunque simultáneamente envuelto en una soledad
angustiante.
Esa
contraposición de sentimientos ambiguos, así como los movimientos maquinales de
los cuerpos en celo, trasvestidos, destrozados de saltar furiosamente contra el
piso, golpeados, lograban despertar al espectador que hubiera caído en alguna
modorra teatral. Una pieza cargada de metáforas de movimiento, atravesada por el
abandono más allá de toda relación de género.
Y
escuchar a un bailarín susurrar una canción de desengaño con la voz quebrada,
resultó el cierre ideal para terminar con tanta histeria.
Pablo
Rotemberg le da el toque de pimienta a la escena.
Qué
y Quién: Ese lugar: Vestuario: Eliana Kuris Dick, Julieta Harca.- Escenografía: Alicia Leloutre.- Iluminación:
Alejandro Le Roux.- Música original: Pablo Bronzini.- Coreografía: Gabriela
Prado.-
Estereoscópica:
Idea: Pilar Beamonte, Ana Garat.- Vestuario: Pilar Beamonte
Iluminación:
Alejandro Le Roux.- Música original: Martín Ferres.- Coreografía: Ana Garat.-
La
casa del diablo: Vestuario y Escenografía:
Gabriela A. Fernández. Iluminación: Alejandro Le Roux.- Edición de sonido y Arreglos
musicales: Jorge Grela.- Asistencia coreográfica: Leonardo Gatto, Josefina
Gorostiza, Valeria Polorena.- Asistencia de vestuario: Estefanía Bonessa.- Dirección:
Pablo Rotemberg.-
Dónde:
TEATRO SAN MARTIN Av. Corrientes 1530.- Teléfonos: 0800-333-5254 ó 4371-0111/18.-
Web: http://www.teatrosanmartin.com.ar
Cuándo:
Domingo - 17:00 hs.- Viernes y Sábado - 20:30 hs.- Jueves - 14:00 hs.-
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