La obra de danza que dirige Gerardo Litvak pone en escena a cuatro hombres que interpretan dando su propia identidad del espíritu de lo criollo . Pero ¿cuál es dicho espíritu?Se puede pensar en lo popular, lo perteneciente al lugar, lo propio, reflejado aquí en las danzas con características folklóricas.
En una distribución coreográfica mayormente circular, los hombres bailan juntos exponiendo cada uno sus cualidades, su energía, su forma particular, como muestrario de sus competencias individuales. Bailan solos, en dúos, en conjunto. Dibujan diagonales, círculos, líneas, caminos. Se amontonan o dispersan, zapatean o bambolean. A través de este despliegue conforman los matices de un todo nacional personal.
Este bailar entre hombres donde el grupo mantiene distancias en el contacto físico, se enfrenta o comparte como en un ritual festivo, se desliza desde las músicas de raíces folklóricas tradicionales hasta lo que puede considerarse actualmente popular como el cuarteto, la cumbia o el ‘reggaeton’, atravesados también ambos ‘folklores’ (el tradicional y el actual, por decir de alguna manera) por la música electrónica.
Con el festejo del bicentenario como marco, la idea de la Patria, su idiosincrasia y sus bailes, se hacen presentes en esta obra que rescata los aspectos masculinos del sentimiento patrio a través del movimiento corporal.
Los hombres bailan hasta el cansancio demostrando además su buena memoria. Las coreografías se suceden sin pausas, sin respiros, y en ese continúo danzar pueden resultar repetitivas.
Pero tal vez justamente se trate de eso. De no detenerse, no parar el despliegue constante de movimiento, como en los estados de trance. Y también resistir, aguantar, soportar, sostener, mostrando así la potencia del hombre en su lugar de sostén.
En una interminable danza, los cuatro hombres bailan evocando el campo o la discoteca, enlazando tradición y actualidad en una búsqueda personal de innovación.
Criollo propone esta reflexión inserta en los cuerpos mediante la vinculación de esas formas diversas del sentido de lo popular en una realidad de patriotismo posmoderno. Buscando -como ellos mismos expresan- la invención de una danza autónoma que reinvente la pregunta por el baile patrio.
Y por qué es lo propio.
Qué: Criollo
Quién: Bailarines: Mauro Sebastián Cacciatore, Victor Campillay, Esteban Hezkibel, Luis Monroy.- Vestuario: Analia Manouelian.-Iluminación: Alejandro Le Roux.- Música: Pablo Bronzini.-Asistencia coreográfica: Victor Campillay, Luis Monroy.- Asistencia de dirección: María Victoria Molins.- Coreografía y dirección: Gerardo Litvak
Dónde: EL PORTON DE SANCHEZ Sánchez de Bustamante 1034 Teléfonos: 4863-2848
Cuándo: Viernes - 23:00 hs - Hasta el 25/06/2010
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