viernes, 1 de octubre de 2021

CUCHA

 

PH. Flor Castronovo

¿Por qué Cucha es el título de esta puesta escénica de Celia Argüello?  En la jerga lunfarda, es el nombre que se le da a la cama del perro, aunque también se usa para referirse a donde unx se acuesta. Parece que etimológicamente deriva de una palabra euskera,  kutxa, que significa caja, si bien también se la atribuyen a una derivación del verbo francés coucher, acostarse[1].

En esta propuesta, que fue gestada previa a la pandemia pero que cobró otros sentidos con la cuarentena, la cucha hace alusión tanto al animal perruno como al humanx, así como a la situación de estar en casa, práctica habitual durante el encierro que vivimos en el último año, por motivos sanitarios.

¿Nos acostamos solxs o nos mandan a acostar?

La obra establece la relación con el can desde lo gestual y la evocación sonora, con alusiones directas en las expresiones corporales o en las indicaciones que se dan lxs intérpretes entre sí. Las voces que mandan a sentarse, rodar o buscar, pasan a ser órdenes que rompen la cuarta pared y ponen de relieve la obediencia animal, a la vez que emparejan lo humanizado del perro junto a lo domesticadx del humanx. A fin de cuentas, también somos animales domésticos.

PH: Pigu Gómez

Las danzas de Cucha se desarrollan entre lo literal y la abstracción del gesto inicial, generando un momento de juego alegre que se mezcla con la felicidad de volver a encontrarse en una sala teatral. Aunque la obra parece no buscar mucho más que compartir un momento lúdico, ese componente se puede pensar en términos de Gadamer, como constitutivo del arte. Al igual que la fiesta y el símbolo, que son necesidades vitales del ser humano, el juego plantea el encuentro con un otrx: “otro momento importante es el hecho de que el juego sea un hacer comunicativo también en el sentido de que no conoce propiamente la distancia entre el que juega y el que mira el juego. El espectador es, claramente, algo más que un mero observador que contempla lo que ocurre ante él; en tanto que participa en el juego, es parte de él.”[2]

Quizás algunx, en una reflexión posterior al finalizar el juego, pueda preguntarse los motivos de traer este universo a escena, pensar en la domesticación de los seres humanos y en ese intento de dominación de todo lo viviente (y de donde se escapan las fuerzas naturales). O quizás, simplemente se identifique con la relación que se tiene con las mascotas, con quienes al principio de la cuarentena, en ese momento idílico en el que los animales parecían recuperar el mundo, se compartió más tiempo.

Lo cierto es que la danza vuelva a poner el cuerpo en presencia es un motivo para festejar. Que nos deje un eco de reflexiones, también. Porque, luego de un momento de quietud, de pausa, de estar en la cucha, ¿qué de nuestras prácticas podemos transformar?

 

Qué: Cucha

Quién: Idea y Dirección: Celia Argüello Rena.-Intérpretes: Pablo Castronovo, Samanta Leder, Andrés Molina, Macarena Orueta.- Creación: Pablo Castronovo, Samanta Leder, Andrés Molina, Macarena Orueta, Santiago Piva.- Vestuario: Estefanía Bonessa.- Iluminación: Facundo David.- Realización escenográfica: Fabian Carrasco.- Música: Patricio Lisandro Ortiz.- Diseño gráfico: Nina Calcagno.- Asistencia de dirección: Santiago Piva.- Colaboración artística: Ariel Lutzker, Santiago Piva.-

Dónde: EL GALPÓN DE GUEVARA Guevara 326 Teléfonos: 11-3908-9888

Web: http://www.galpondeguevara.com

Cuándo: Sábado - 20:00 hs - Hasta el 23/10/2021

Duración: 60 minutos.- Entradas desde $ 500,00. -

 

 



[1] http://etimologias.dechile.net/?cucho

[2] Hans-Georg Gadamer, La actualidad de lo bello (1991)

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