martes, 19 de abril de 2016

FRANCOTIRADORES



Al entrar en la sala, varios performers se encuentran en escena haciendo algo, probando algo, mirando hacia algún lado con cara de circunstancia. Sus vestuarios son de colores vistosos. Una japonesa vestida de blanco habla y (¿da una especie de bienvenida? ) sin que se entienda lo que dice. Pero mira al público y gesticula como explicando algo. Ella ordena, organiza, y hasta parece ocupar el lugar de lo inteligible, siendo a su vez ininteligible.
Este es el punto de partida desde donde todo se puede disparar en cualquier dirección.
Como una improvisación escénica, la propuesta se construye sobre una instalación intervenida desde el movimiento que presenta una tensión permanente. Una emanación erótico-frenética que lleva a la catarsis de época (botellas de agua, sillas de plástico, globos que revientan)
Parte de la iluminación es manual, accionada por los intérpretes en la escena. Se produce en las luces cierto juego de sombras, difuso. Entre ellos hay una montaña de globos negros como un racimo de uvas. Hombre globo de negro/ Japonesa de blanco. Contrapunto cromático.
Las situaciones planteadas escenifican ocurrencias mezcladas con conceptos donde todos quieren ser, representar. Los lugares son intercambiables, la convivencia es sonora y pide tolerancia. La escena es un aturdimiento auditivo. El gesto se congela, se acentúa y modifica en cámara lenta. Contrapunto acústico/visual.
Una puesta escénica donde la música engloba el cuadro con tal potencia que te lleva en su viaje y agita al espectador con una presencia realmente importante.
Si uno desde las butacas intenta analizar la propuesta se encuentra primero con una sensación de caos. En los signos se observa un pastiche, un mejunje de cuerpos, trayectorias, dinámicas y movimientos. Múltiples señales del arte contemporáneo.
Parece haber una interpelación al público desde lo gestual. Pero sólo parece, es una pose. Entonces, ¿pasa algo o no pasa nada? Pero cómo, ¿tiene que pasar algo?
Es una especie de deconstrucción permanente de sentidos posibles de la obra. Sin embargo, el ser humano construye relato y no puede escapar de eso. Más bien, le puede generar preguntas.
¿Qué cuenta un cuerpo? ¿Tiene que contar algo? ¿Se puede ser cuerpo escénico sin relatar? ¿Si no cuenta, también está contando? ¿Hasta dónde puede perderse o evadirse el control?
Como los mismos creadores proponen en su cita de Roland Barthes: “En toda sociedad se desarrollan técnicas destinadas a fijar la cadena flotante de significados, con el fin de combatir el terror producido por los signos inciertos: una de esas técnicas consiste precisamente en el mensaje lingüístico.”
La escena propuesta es un desarme constante de cualquier mensaje. Pero no por ello deja de significar.

Qué: Francotiradores
Quién: Intérpretes: Celia Argüello Rena, Julia Hadida, Inés Maas, Hernán Martinez, Joaquín Martínez, Javier Olivera, Delfina Thiel.- Intérpretes invitados: Paula Nerome, Debora Nishimoto.- Vestuario: Belén Parra.- Iluminación: Matías Sendón.- Música: Patricio Lisandro Ortiz.- Diseño gráfico: Sergio Calvo.-  Asistencia de vestuario: Aty De Summa.- Asistencia general y asistencia técnica: Joaquín Martínez.- Asistencia de dirección: Camila Malenchini.- Prensa: Eugenia Tobal.- Colaboración en dramaturgia: Matías Feldman.- Dirección: Rakhal Herrero.- Duración: 60 minutos
Dónde: ESPACIO CALLEJÓN Humahuaca 3759 Teléfonos: 4862-1167
Cuándo: Viernes - 23:00 hs - Hasta el 29/04/2016
Entrada: $ 150,00 / $ 120,00 –

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