sábado, 12 de junio de 2010

CRIOLLO

Según un conocido y virtual diccionario, criollo -que deriva de la palabra "criar"- es un término que históricamente fue utilizado en el pasado colonial bajo la metrópolis española para designar al habitante nacido en América que descendía de padres españoles. Dicho medio expone por otro lado, que el Criollismo fue un movimiento de estos hijos de españoles nacidos en América que buscaban una identidad propia a través del pasado indígena, de símbolos propios y de la exaltación de todo lo relacionado con lo americano.


La obra de danza que dirige Gerardo Litvak pone en escena a cuatro hombres que  interpretan dando su propia identidad del espíritu de lo criollo . Pero ¿cuál es dicho espíritu?Se puede pensar en lo popular, lo perteneciente al lugar, lo propio, reflejado aquí en las danzas con características folklóricas.

En una distribución coreográfica mayormente circular, los hombres bailan juntos exponiendo cada uno sus cualidades, su energía, su forma particular, como muestrario de sus competencias individuales. Bailan solos, en dúos, en conjunto. Dibujan diagonales, círculos, líneas, caminos. Se amontonan o dispersan, zapatean o bambolean.  A través de este despliegue conforman los matices de un todo nacional personal.

Este bailar entre hombres donde el grupo mantiene distancias en el contacto físico, se enfrenta o comparte como en un ritual festivo, se desliza desde las músicas de raíces folklóricas tradicionales hasta lo que puede considerarse actualmente popular como el cuarteto, la cumbia o el ‘reggaeton’, atravesados también ambos ‘folklores’ (el tradicional y el actual, por decir de alguna manera) por la música electrónica.

Con el festejo del bicentenario como marco, la idea de la Patria, su idiosincrasia y sus bailes, se hacen presentes en esta obra que rescata los aspectos masculinos del sentimiento patrio a través del movimiento corporal.
Los hombres bailan hasta el cansancio demostrando además su buena memoria. Las coreografías se suceden sin pausas, sin respiros, y en ese continúo danzar pueden resultar repetitivas.

Pero tal vez justamente se trate de eso. De no detenerse, no parar el despliegue constante de movimiento, como en los estados de trance. Y también resistir, aguantar, soportar, sostener, mostrando así la potencia del hombre en su lugar de sostén.

En una interminable danza, los cuatro hombres bailan evocando el campo o la discoteca, enlazando tradición y actualidad en una búsqueda personal de innovación.

Criollo propone esta reflexión inserta en los cuerpos mediante la vinculación de esas formas diversas del sentido de lo popular en una realidad de patriotismo posmoderno. Buscando -como ellos mismos expresan- la invención de una danza autónoma que reinvente la pregunta por el baile patrio.
Y por qué es lo propio.

Qué: Criollo

Quién: Bailarines: Mauro Sebastián Cacciatore, Victor Campillay, Esteban Hezkibel, Luis Monroy.- Vestuario: Analia Manouelian.-Iluminación: Alejandro Le Roux.- Música: Pablo Bronzini.-Asistencia coreográfica: Victor Campillay, Luis Monroy.- Asistencia de dirección: María Victoria Molins.- Coreografía y dirección: Gerardo Litvak

Dónde: EL PORTON DE SANCHEZ Sánchez de Bustamante 1034 Teléfonos: 4863-2848

Cuándo: Viernes - 23:00 hs - Hasta el 25/06/2010

martes, 8 de junio de 2010

UNA DANZA ONOMATOPÉYICA.

El pasado jueves 27 de mayo se pudo ver en la sala Solidaridad del Centro Cultural de la Cooperación (CCC) una propuesta presentada por dos artistas brasileros, en el marco de las IV Jornadas de Investigación del IUNA en Nuevas Dramaturgias y Estéticas del Movimiento (donde se presentarán en el transcurso del año varios espectáculos internacionales).


La puesta era el resultado de un proceso creativo realizado por los dos intérpretes que investigaron a nivel corporal distintos lenguajes para poner en escena un mundo de comunicación diversa. Entre las formas de expresión utilizadas había danza contemporánea, teatro-físico, clown y pantomima. Esta conjunción de elementos de interpretación estaba sostenida por un hilo sonoro construido sobre la percusión vocal.

Todos sus comportamientos, sus movimientos espaciales, sus ritmos y miradas (dirigidas al público en una búsqueda de complicidad que no llegaba a ser totalmente definida como extra diegética) tenían como soporte la música que ellos mismos hacían. Los cuerpos de los intérpretes se comunicaban con humor en un intercambio físico que parecía acompañar las onomatopeyas que usaban para dialogar, como los gestos sobre los que se apoyan las palabras en una conversación.

Según la gacetilla, aspectos de la vida de los artistas fueron incorporados en la propuesta. Cuestión ésta difícil de desentrañar hoy día donde los movimientos cotidianos son incorporados en las puestas y lo que se ve en escena pasa a formar parte del mundo de la diégesis.

El uso de una prótesis, muletas y una venda elástica, podía remitir al cuerpo herido del bailarín o del deportista. Un cuerpo explotado físicamente, un cuerpo lastimado, insuficiente, que necesita de ornamentos para poder usarse, un cuerpo objeto, un cuerpo usado.

El trabajo corporal también aludía de cierta manera al cuerpo urbano. El cuerpo que se despliega en la calle al igual que la música al estilo beat box (dentro del mundo del hip hop –danza urbana- es aquél que hace ritmos con su boca). Estos sonidos componían temas rítmicos que convertían la propuesta en un concierto musical callejero. Por eso propuestas como estas abren la pregunta sobre el sentido de la danza.

¿Qué es una obra de danza? ¿Qué la define? ¿O es que la danza, en su abarcabilidad infinita, se expande más allá del movimiento de los cuerpos para crear nuevas piezas? ¿O quizás sólo se lanza a redescubrir su ser en otros espacios? La danza es sonido, luz, color, palabra. Es un texto que se inscribe en los cuerpos, que se proyecta desde los cuerpos, desde su silencio hacia el cuerpo otro que lo escucha y le completa el sentido.

En Dúplice, los sonidos se multiplicaban de manera poética expandiendo su sentido por la sala.



Qué: Dúplice

Quién: Actuación y coreografía: Rodrigo Cruz, Rodrigo Cunha.-Iluminación: Rodrigo Assis.- Fotografía: Layza Vasconcelos.- Producción: Marci Dornelas, Sacha Witkowski.- Colaboración general: Souhail Assal, Erica Bearlz, Valéria Braga, Ernesto Gadelha

Dónde: Centro Cultural de la Cooperación. Avda. Corrientes 1543

Cuándo: jueves 27 de mayo 22 hs.

sábado, 5 de junio de 2010

OTROS RUIDOS SERÁN

Es fin de semana y como es habitual en El portón de Sánchez siempre hay un poco de danza para compartir. Esta vez se trata de Serán otros los ruidos.


La obra busca narrar tres historias de amor situadas en tres épocas de convulsión social: los años ´40, los ´70 y algún momento indescifrable del Siglo XXI.

Acompañados por proyecciones, los cuerpos cuentan las historias en una mixtura entre danza y teatro que no termina de definirse y se queda a medio camino a nivel expresivo pese a la entrega que parecen ofrecer los intérpretes..

La escena puede evocar al principio algún patio o terraza con sogas desde donde cuelgan telas como sábanas puestas a secar al sol. Luego estas mismas telas son paredes o vestuarios. De esta manera se juega con un efecto donde lo proyectado se reparte entre distintos planos abarcando por momentos todo el espacio.

En ese ambiente creado se encuentran los personajes a desarrollar su historia de amor que se ve constantemente interrumpida por alguna explosión. Con el apoyo audiovisual se realiza la ubicación temporal a la vez que parece contraponerse el momento de convulsión social -e incluso de guerra y destrucción- al instante amoroso. De tal forma podría surgir la oposición amor/guerra como las dos pulsiones de vida y muerte que conviven en el ser, tanto individual como social y colectivo.

La relación con lo erótico vinculado al momento amoroso puede entenderse de manera confusa. El beso o el sexo, son vividos en escena con cierta intensidad pero a la vez son descritos como algo asqueroso. ¿Es una parodia? Podría suponerse perfectamente debido a la oposición frente a la destrucción que los aqueja e interrumpe como amantes.

Si en una obra puede leerse la concepción de mundo del artista, ¿se trata aquí de ver una alternativa en el amor frente a la destrucción descontrolada de la vida?

En la última historia, dentro de una especie de poética futurista y apocalíptica, surge un halo de esperanza entre las imágenes envolventes que nadan por la sala. Una proyección tridimensional acuna a los intérpretes que parecen yacer desconsolados frente a un árido paisaje.

No hay que olvidar finalmente, que tanto la creación del amor como fuente de vida como la destrucción de la guerra como pozo de la muerte, son producidos por el hombre.

Veremos qué otros ruidos sonarán mañana.





Qué: Serán otros los ruidos


Quién: Idea: Vivian Luz.-Dramaturgia: Laura Ferrari.- Intérpretes: Carlo Argento, Laura Wigutow.- Diseño de vestuario: Mercedes Uria.- Diseño de luces: Miguel Morales.- Video: Daniel Garcia.- Música original: Juan Cristobal Barcesat.- Asistencia general: Leonardo Ruso, Carolina Stéfano.- Coreografía: Vivian Luz.- Puesta en escena: Daniel Marcote.- Dirección: Vivian Luz



Dónde: EL PORTON DE SANCHEZ Sánchez de Bustamante 1034- 4863-2848



Cuándo: Domingo - 18:00 hs